Un film profundamente religioso y polémico, dirigido por Mel Gibson 'La Pasión de Cristo' y su repercusión en los valores cristianos

'La Pasión de Cristo' de Mel Gibson
'La Pasión de Cristo' de Mel Gibson

"Para entender esta película, creo indispensable conocer, ante todo, la un tanto "extraña" personalidad de Mel Gibson, un converso que milita entre las figuras católicas más conservadoras de USA, firmemente convencido de que la única razón de su existencia es la de haber dirigido esta obra fílmica"

"Dos horas de proyección para describir el dolor, dos minutos, para la resurrección. Supone, sin duda, una mala proporción, aunque muy americana"

"Obispos, Sacerdotes, Directores espirituales y otros líderes la recomiendan a sus discípulos, en especial, aquellos que sustentan líneas ascéticas basadas en la mística del dolor redentor"

Al caer de aquella tarde romana de la Cuaresma del año 2006, los oficiales del Vaticano fuimos invitados a un pase privado de esta película, contando con el privilegio de la presencia del protagonista de la misma, Jim Caviezel (James Patrick Caviezel Jr.) y con una documentada presentación por parte de los Legionarios de Cristo Rey. En su Sede central de la Ciudad Eterna, todo estaba preparado exquisitamente para recibirnos. Se respiraban, por demás, elementos ideológicos muy próximos a los del Director del film.

Para entender esta película, creo indispensable conocer, ante todo, la un tanto "extraña" personalidad de Mel Gibson, un converso que milita entre las figuras católicas más conservadoras de USA, firmemente convencido de que la única razón de su existencia es la de haber dirigido esta obra fílmica. Confiesa él mismo que no ha querido rodar una película histórica o un documental, sino presentar en la pantalla un acto sacro, una auténtica celebración sacrificial, con todos los elementos propios de tal acto religioso. 

La Pasión de Mel Gibson

Confiesa, igualmente, que su objetivo era el de profundizar en un camino ecuménico cristiano, pues su trabajo va dirigido a todos aquellos que creen en la misión redentora de Cristo a través del dolor. Jesús, según el, volcó y ofreció vicariamente al Padre, es decir, cual chivo expiatorio que carga sobre sí nuestros pecados, y elimina, consiguientemente, el castigo merecido por ellos, gracias a la ofrenda de sus inhumanos tormentos de la Cruz.

Su compasivo Padre celestial podría haber elegido otro camino, pero prefirió, tal vez un poco sádicamente, aquel del Calvario. Hoy, parece haberse constituido, en la vida cristiana, como el zenit del culto al sufrimiento como elemento indispensable de salvación y de remisión de nuestras culpas, que cargamos sobre nuestros hombros ya desde Adán. ¿Algo insensato?

En pleno camino cuaresmal y cercanos ya a las celebraciones de la Semana Santa, es muy posible que la proyección de esta película sea solicitada por no pocas comunidades y grupos cristianos. Pensemos, especialmente, en aquellos colectivos -cristianos y no tanto-más inclinados, en sus preferencias, a buscar y recrearse en los valores sustentados en este film y en su director, Mel Gibson.

La Pasión

Nadie puede negar la belleza y arte de esta obra, y sería difícil encontrar comentarios adversos al respecto, no sólo en lo artístico, sino también en lo religioso. Obispos, Sacerdotes, Directores espirituales y otros líderes la recomiendan a sus discípulos, en especial, aquellos que sustentan líneas ascéticas basadas en la mística del dolor redentor, y que sienten de fiesta ante este salto cualitativo en la presentación de la pasión de Cristo.

Dos horas de proyección para describir el dolor, dos minutos, para la resurrección. Supone, sin duda, una mala proporción, aunque muy americana (viví diez años en Estados Unidos de América), para aquellos que creemos y seguimos a Jesús de Nazaret el Resucitado. El Dios de Jesús, en boca de su propio hijo hecho persona humana, quiere que le rindamos culto con la vida y con el gozo de este don paternal del cielo; no con el culto al dolor y la muerte. 

De todos modos, recomiendo esta película, especialmente para los que busquen emociones fuertes, tanto cristianas como artísticas. Con todo, recomiendo tener en cuenta el background del Vaticano II y de la línea de Papa Francisco durante la proyección. 

La pasión de Mel Gibson

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