El ex sacristán del Carmen denuncia represalias por un conflicto laboral de hace diez años "Pido justicia (...), las puertas de la iglesia católica de Algeciras se me han cerrado"
Estando empleado en dicha parroquia, tuve un conflicto laboral y como trabajador ejercí mi derecho a reclamar. Fue por vía judicial, se esclarecieron todos los hechos y hubo una sentencia judicial a mi favor, por lo que el obispado de Cádiz y Ceuta tuvo que indemnizarme. Esto hace ya 10 años
Es curioso que el actual párroco del Carmen se involucre en este acoso y derribo, puesto que él ni estaba aquí hace 10 años ni era parte interesada. Sin embrago, desde que este párroco está aquí, unos 5 años, me habrá visto participar de la vida de hermandad en su parroquia, en la que siempre estoy dispuesto a echar una mano
| Emilio Carrasco Tovar
Estimados amigos, me dirijo a vosotros para haceros constar mi malestar con la parroqua del Carmen, así como a la Archicofradía Carmelitana, ambas de Algeciras.
Mi nombre es Emilio Carrasco, y ya muchos de vosotros me conocéis porque estoy desde siempre involucrado en la vida cofrade de esta ciudad, así como que también estuve empleado de sacristán y dependiente de la tienda de objetos religiosos de dicha parroquia del carmen de Algeciras, durante 32 años.
Como digo, estando empleado en dicha parroquia, tuve un conflicto laboral y como trabajador ejercí mi derecho a reclamar. Fue por vía judicial, se esclarecieron todos los hechos y hubo una sentencia judicial a mi favor, por lo que el obispado de Cádiz y Ceuta tuvo que indemnizarme. Esto hace ya 10 años. Con lo que tras esta sentencia, por mi parte y sin rencor, incluso perdonando como nos enseña la Iglesia, seguí con mi vida normal, continuando con mi participación en la vida cofrade de esta ciudad, a través de varias agrupaciones, inclusive la Archicofradía Carmelitana, que además estaba al margen de cualquier discrepancia personal conmigo. Para mi la parroquia del Carmen siempre fue mi referente espiritual y mi segunda casa, incluso después del juicio. Se trataba de avanzar en positivo y no quedarnos en el rencor.
Pero este año, me he llevado dos desagradables sorpresas. Por un lado, me vetaron como presentador de la que iba a ser Pregonera de la Palma 2024 en las Fiestas Patronales en honor de María santísima de la Palma. También fue vetada mi participación en la procesión Magna del pasado mes de septiembre de 2023. Dolido estuve y estoy, pero no dije nada, salvo expresar mi sorpresa y malestar a quien era oportuno. Agradezco, por otro lado, las muestras de apoyo que muchas personas y asociaciones que me hicieron llegar por diversos medios. Para mi ha sido un gran consuelo recibir este apoyo, que demuestra amistad y aprecio hacia mi.
Pero no queda ahí la cosa. También me han vetado mi participación en la procesión de la Virgen del Carmen 2024, en la que tenía previsto salir, portando la bandera carmelitana. Recuerdo que soy hermano de dicha archicofradía desde hace más de 30 años y he colaborado siempre, de forma desinteresada, en cuanto me han pedido. Para mi era algo especial colaborar y participar en la archicofradía que llevo en mi corazón. Al habla con el hermano mayor, me dice que esto ha sido asunto del director espiritual que no es otro que el párroco titular de la iglesia del Carmen.
Es curioso que el actual párroco del Carmen se involucre en este acoso y derribo, puesto que él ni estaba aquí hace 10 años ni era parte interesada. Sin embrago, desde que este párroco está aquí, unos 5 años, me habrá visto participar de la vida de hermandad en su parroquia, en la que siempre estoy dispuesto a echar una mano.
Tras este nuevo varapalo hacia mi, sin justificación, salvo que le hayan influenciado desde ciertas personas del clero, que todavía me guardan rencor y no han sido capaces del perdón cristiano que tanto predican. Ni siquiera han sido capaces ponerse en contacto conmigo para hablar de cualquier asunto que crean que tengan pendiente conmigo.
Es por lo que me dirijo ahora a esa publicación, puesto que incluso la hermandad se ha encogido de hombros ante el veto del párroco y director espiritual, que los ha amenazado con cesarlos a toda la junta de gobierno en caso de que yo saliera en la procesión del Carmen. Comprendo que se sientan coaccionados y, por eso, no se lo puedo tener en cuenta.
Pido justicia en esta carta abierta, que es ya mi única vía para explicarme y defenderme, puesto que las puertas de la iglesia católica de Algeciras se me han cerrado. Gracias por vuestra atención.
Etiquetas