Carta-diario de un párroco sinodal I) "Hemos rezado mucho... ¿es porque Dios no escucha o nosotros no escuchamos la respuesta de Dios?"

Teo Nieto, durante su entrevista con RD
Teo Nieto, durante su entrevista con RD

"Sin embargo, a pesar de esa diversidad con acento a monotonía, la acogida ha sido la propia de hermanos, y alguna hermana… porque los párrocos seguimos siendo hombres. Disculpa la ironía, soy consciente de que te cuesta entender que, tras la puerta que abrió el Maestro con su cercanía a la mujer y que tú nos mostraste bellamente, nos hemos encontrado con las señales dictadas por caminos patriarcales"

"No sé si los párrocos no estaremos siendo un impedimento para hacer vida la idea de compartir camino en la toma de decisiones (no solo en el hacer)"

Puesto que muchos emprendieron la tarea de relatar los sucesos que nos han acontecido, tal como nos lo transmitieron los primeros testigos presenciales y servidores de la Palabra, también yo he pensado, ilustre Lucas, escribirte todo en el absoluto desorden que me impone la emocionalidad de los acontecimientos que estoy viviendo, así podrás tú mismo comparar si lo que aquí se está construyendo camina en sintonía con la carta que, allá por los principios, me enviaste y que coincide en mucho con lo que Francisco (imagino que habrás oído hablar de él) trata de hacer con nuestra estructura pero, sobre todo, con nuestros corazones para que sean ellos (y no nuestros prejuicios racionalmente teológicos) los que impregnen el alma de todos y cada uno de los rincones de nuestra Iglesia.

Pues bien, como te decía, el día ha sido emocionalmente intenso y en el que he podido comprobar la grandeza de eso que llamamos “catolicidad” a través de la pluralidad de rasgos en los rostros y de lenguas que expresan culturas diversas, ¡ojalá esa diversidad cultural se expresara también en el vestir! Y es que, amigo Lucas, eso me ha parecido un poco monótono. Sin embargo, a pesar de esa diversidad con acento a monotonía, la acogida ha sido la propia de hermanos, y alguna hermana… porque los párrocos seguimos siendo hombres. Disculpa la ironía, soy consciente de que te cuesta entender que, tras la puerta que abrió el Maestro con su cercanía a la mujer y que tú nos mostraste bellamente, nos hemos encontrado con las señales dictadas por caminos patriarcales.

Consigue el libro regalo 'Yo estoy con Francisco'

Párrocos sinodales

Es difícil de entender pero, te lo aseguro, lo estamos intentando corregir, de hecho me encantaron las palabras de una de esas pocas mujeres que nos lanzó una brillante pregunta: “¿esto   [la sinodalidad] es una nueva programación pastoral que procede del obispo cuando todavía no hemos terminado la anterior o es algo que nos transforma?”. Casi nada lo que la buena mujer nos preguntó… Y es que, incluso aquí, a veces me sobreviene el pensamiento de que podemos estar presumiendo públicamente de cómo, en nuestros lugares de origen, la mujer tiene un papel fundamental pero, en el fondo a lo mejor estamos cayendo en un “womenwashing”, al estilo de lo que hacen las empresas para limpiar su imagen (que el Padre/Madre que es capaz de mirarnos con ojos de ternura sin excluir a nadie de su mirada, me perdone por estos malos pensamientos).

Incluso no me dejan de rondar por la cabeza algunas preguntas como, por ejemplo, la de que si los párrocos que estamos aquí realmente representamos al conjunto (o al menos a la mayoría) de los párrocos en el convencimiento de que la sinodalidad es algo imprescindible en el hoy de nuestra Iglesia... y es que no sé si los párrocos no estaremos siendo un impedimento para hacer vida la idea de compartir camino en la toma de decisiones (no solo en el hacer). Aunque, fíjate tú, lo que sí me gusta es que, las personas que lo han organizado, parecen tener el convencimiento de que lo que se ha hecho hasta ahora, ya no sirve y de que es necesario dar un golpe de timón.

El caso es que el día ha estado marcado por compartir experiencias, divididos por grupos de idiomas (y con el “método de la conversación en el Espíritu”). Yo estaba en un grupo de habla española, qué duro y bello fue oír el testimonio de un Jesuíta que está en Siberia (al que por cierto, le llamó la atención que yo hablara de ”España vaciada”… ironías de la vida), disculpa que no entre en detalles, eso los dejo para cuando nos veamos y podamos compartir en el tú a tú.

Hablamos en pequeños grupos y también en “asamblea”, y por supuesto fuimos iluminados por palabras que nos guiaban, palabras sabias como cuando alguien nos dijo (disculpa si no soy muy literal): “Hemos rezado mucho por las vocaciones… Y seguimos (en nuestra parte del mundo) disminuyendo… ¿es porque Dios no escucha o nosotros no escuchamos la respuesta de Dios? A lo mejor Dios nos está diciendo que debemos cambiar, por ejemplo, la forma de seleccionar los candidatos, cambiar la forma de la preparación. Intentemos entender las puertas que Dios quiere abrir”. Sí, hermano Lucas, estoy convencido de que Dios nos está hablando en este desierto vocacional que vivimos en occidente y, por eso, este sínodo es un soplo (vendaval) de ese Espíritu.

Párrocos sinodales
Párrocos sinodales

Queridísimo Lucas, las horas son altas y vence el cansancio, un cansancio que no solo disminuye fuerzas sino que hace vulnerable la prudencia así que prefiero dejar de escribir y permitir que el soplo del Espíritu te ayude a leer estas letras porque lo que sí sé es que esto de intentar cambiar nuestra mirada para poner rumbo a otros caminos, es cosa de Dios.

Etiquetas

Volver arriba