Carta abierta al Papa de una víctima de abusos sexuales "Consumí drogas, desde 1980 a 1999, para olvidar la cara y la sonrisa de mi agresor mientra abusaba de nosotros"
Los escándalos sexuales nos insultan a las víctimas, nos llaman mentirosos y dicen que buscamos dañar a la Iglesia, lo que no puede ser ni más falso ni retorcido. Las víctimas ya no podemos más, cientos de miles, puede que millones en todo el planeta: es algo completamente inaceptable
Consumía para olvidar la cara y la sonrisa de mi agresor mientra abusaba de nosotros, así que me causan un profundo dolor los ataques hacia Su Santidad promovidos por el sector más rancio de la Iglesia católica española. Su Santidad es un gran hombre lleno de bondad y compasión por los más desfavorecidos, por los enfermos, por las víctimas de "esos hombres malos" y por aquellos que son diferentes
| Ricardo López Pérez
Santo Padre Francisco, estamos con Su Santidad. Las reformas en la Iglesia católica deben ser profundas, porque se juegan la supervivencia de nuestra religión. Todos los que se oponen a lo que Su Santidad hace no pueden tener cabida en la Iglesia, además las Iglesias vacías y la falta de vocaciones son la prueba de a dónde conduce la negación de la realidad por parte de estos señores.
Los escándalos sexuales nos insultan a las víctimas, nos llaman mentirosos y dicen que buscamos dañar a la Iglesia, lo que no puede ser ni más falso ni retorcido. Las víctimas ya no podemos más, cientos de miles, puede que millones en todo el planeta: es algo completamente inaceptable. No obedecen sus directrices y causan a la Iglesia un daño irreparable... además del profundo dolor que nos causan a las víctimas.
Por si esto fuera poco, se dedican a criminalizarnos en lugar de intentar "reparar el daño", algo que en mi caso es imposible, porque el perjuicio que se me causó es enorme y se extiende en el tiempo desde mis 12 años hasta los 58 que voy a cumplir.
Tengo que decir que Su Santidad me parece un gran hombre, pero se enfrenta a serios enemigos dentro de la Iglesia que con su negación e inmovilismo cierran la puerta a una posible reconciliación de nosotros, las víctimas, con la Iglesia, algo que en mi caso personal me rompe el corazón, porque mi fe resultó quebrada por la traición de aquellos que nos debían haber cuidado y que cobraban por un mes de Colegio más de lo que mi padre ganaba trabajando.
Mientras las víctimas estamos perdidos en un mar de confusión, nuestros verdugos viven buenos retiros con las pensiones pagadas por el sudor de nuestras familias. En mi caso, una muy humilde de clase obrera: mi madre también trabajaba cosiendo hasta las tantas de la madrugada y mis abuelos en la emigración, pagando así los ocho años que pasé en los maristas de Lugo, del 72 al 80, de donde salí destrozado, camino al fracaso escolar y convertido en carne de psiquiatra, en cuyo sillón estaba perdido ocho años después, hecho polvo por el consumo de alcol y drogas que tomé desde 1980 hasta el 99 en que las dejé definitivamente.
Pagamos un triple precio: lo que cobraban, lo que nos sacaron de la piel y las secuelas que padecemos, y que me han destrozado la vida que debería tener y que no logré por los execrables actos que tuvieron lugar allí, y que me dejaron dañado irreparable para toda mi vida
Consumía para olvidar la cara y la sonrisa de mi agresor mientra abusaba de nosotros, así que me causan un profundo dolor los ataques hacia Su Santidad promovidos por el sector más rancio de la Iglesia católica española. Su Santidad es un gran hombre lleno de bondad y compasión por los más desfavorecidos, por los enfermos, por las víctimas de "esos hombres malos" y por aquellos que son diferentes...
Ahora, sigo luchando por recuperar la fe que me fue robada por alguien que no tenía principios, pero que era el Hermano Administrador Primitivo Castellanos. Un señor que abusó de cientos de criatur@s, puede que más de mil él solito, de las que agredió sexualmente con absoluta impunidad y con conocimiento de sus jefes que no movieron ni un dedo para salvar ni siquiera a una víctima, incluyendo entre sus encubridores a directores y otros Hermanos que sabían perfectamente lo que este señor nos hacía...
Repito, no movieron nada para protegernos, todo por proteger lo que era una perfecta maquinaria de hacer dinero. Pagamos un triple precio: lo que cobraban, lo que nos sacaron de la piel y las secuelas que padecemos, y que me han destrozado la vida que debería tener y que no logré por los execrables actos que tuvieron lugar allí, y que me dejaron dañado irreparable para toda mi vida.
Así que apoyaré pública y privadamente en todo lo que Su Santidad emprenda. Muchas gracias Santo Padre por todo lo que lucha por la Humanidad y la verdad, no haga caso alguno a sus detractores, personas que odian todo lo que no sea de "su cosecha" y que no lograrán sus fines, porque la verdad y lo correcto siempre se impondrán a estos malhechores sin escrúpulos.
No permita que esto hechos se vuelvan a repetir en siglos... Nada más, solo pedirle que rece por todos nosotros y luche contra aquellos que conspiran para imponer sus ideas, cuyo resultado se ve en la poca gente que sigue yendo a la Iglesia.
Ánimo y fuerza Santo Padre, le necesitamos como guía en estos tiempos de violencia extrema y para poder volver a una Iglesia de la que nos vimos apartados. Es Su Santidad un gran hombre, porque lo ha demostrado y lo sigue siendo con su constante esfuerzo. Muchas gracias por todo y que Dios bendiga y guarde por siempre a Su Santidad. Gracias.
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