"Su ministerio está significando un respiro y un paso adelante para la necesaria reforma de la Iglesia" Jesús Espeja: "En comunión con el papa Francisco"
"El misterio la Iglesia dentro de la historia cambiante ha sido un capítulo importante de mi reflexión"
"Formado en la teología escolástica, el Vaticano II abrió horizonte nuevo a mi búsqueda. En la visión renovadora del Concilio, el papa Francisco ha significado y está significando un respiro y un paso adelante para la necesaria reforma de la Iglesia"
"Si vivimos esta fe o experiencia cristiana ¿cómo no aceptar la propuesta de reforma, sugerida ya en el Concilio y ahora concretada en la Exhortación La alegría del Evangelio?"
"Mi admiración, sintonía profunda y gratitud al papa Francisco, también al ver la caridad y el coraje con que está procesando las tensiones que implica la necesaria reforma"
"Si vivimos esta fe o experiencia cristiana ¿cómo no aceptar la propuesta de reforma, sugerida ya en el Concilio y ahora concretada en la Exhortación La alegría del Evangelio?"
"Mi admiración, sintonía profunda y gratitud al papa Francisco, también al ver la caridad y el coraje con que está procesando las tensiones que implica la necesaria reforma"
La reflexión teológica se mueve en el interior de la fe. Creer solo se puede creer en Dios. Pero la fe cristiana en su realización es eclesial, y el misterio la Iglesia dentro de la historia cambiante ha sido un capítulo importante de mi reflexión.
Formado en la teología escolástica, el Vaticano II abrió horizonte nuevo a mi búsqueda. En la visión renovadora del Concilio, el papa Francisco ha significado y está significando un respiro y un paso adelante para la necesaria reforma de la Iglesia. Lo he manifestado en distintas publicaciones. Ahora quiero apuntar algunas razones de mi profunda sintonía.
Seguí muy de cerca y con entusiasmo la orientación del Episcopado Latinoamericano en las Conferencias de Medellín y Puebla. Durante varios años impartí cursos en el Centro de Estudios (ITEPAL) del CELAM en Bogotá, sobre el Vaticano II y su versión en la Iglesia de A.L. Eran referencia obligada obispos a quienes tuve la suerte de conocer: Leónidas Proaño, Samuel Ruiz, Helder Cámara, Pulo Evaristo Arms, Tomas Balduino, Oscar Romero, Julio Cabrera. Aunque por esos años ya estaba de obispo en Argentina Mario Bergoglio, todavía no era para mí una referencia. Su elección como sucesor de Pedro supuso una novedad; por fin teníamos un papa venido de los países empobrecidos. Pero ¿cuál sería su orientación animada por el Espíritu?
"Aunque por esos años ya estaba de obispo en Argentina Mario Bergoglio, todavía no era para mí una referencia. Su elección como sucesor de Pedro supuso una novedad; por fin teníamos un papa venido de los países empobrecidos. Pero ¿cuál sería su orientación animada por el Espíritu?"
Sus primeros gestos y palabras despertaron mi esperanza. Y la Exhortación “La alegría del Evangelio” (2013) fue como un rayo de luz decisivo para la orientación de la Iglesia en la línea renovadora del Concilio. Sigo releyendo y meditando ese documento en continuidad con el discurso de Juan XXIII al inaugurar el Concilio.
Aquella intervención inesperada del papa Juan desconcertó a muchos obsesionados en seguir como siempre, pero no les dio tiempo para reaccionar. El papa Francisco en su primera Exhortación concreta lo que apuntaba ya el papa Juan. Pero encuentra difícil recepción porque en el segundo periodo postconciliar se primó la preocupación por mantener la autoridad y la ortodoxia, quedando postergado el necesario cambio que pidió el Espíritu en el Concilio.
Mientras no conste lo contrario, todas la frases entre comillas que saldrán en el texto, son de dicha Exhortación. Así apunto de modo breve lo que creo es el nervio de la misma.
1.Se propone con singular nitidez la entraña de la fe o experiencia cristiana: “La alegría del Evangelio llena el corazón de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por El son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento”.
El encuentro con Jesús significa vivir su misma experiencia:
Dios, es Abba, presencia de amor que se está dando:“Certeza personal de ser infinitamente amado más allá de todo; el amor de Dios no se ha acabado no se ha agotado su ternura”. En todos y en todo se está dando como amor; en esa presencia existimos y actuamos. Ahí está el fundamento de la fraternidad universal incluyendo las realidades creadas, que ya es horizonte y preocupación del papa Francisco en su primera Exhortación.
La humanidad se realiza abriéndose libremente a esa presencia de amor. Así “somos rescatados de nuestra existencia aislada y de la auto-referencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero”.
El encuentro con Dios se convierte en amistad. Una experiencia que vivió plenamente Jesucristo, e inspira la relación fraterna sin discriminaciones pues todos somos habitamos por esa Presencia de amor: ”en el hermano está la permanente prolongación de la Encarnación para cada uno de nosotros”
2. Esta experiencia o fe cristiana inspira y motiva la misión evangelizadora de la Iglesia: Ya lo dijo el Concilio: “No impulsa a la Iglesia ambición terrena alguna. Sólo desea una cosa: continuar, bajo la guía del Espíritu, la obra misma de Cristo, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad, para salvar y no para jugar, para servir y no para ser servido”.
El papa Francisco se refiere a la misiónevangelizadoracomo exigencia de la fe o experiencia cristiana: “La vida se alcanza y madura a medida que se le entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión. La Iglesia vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva”. Desde la fe o experiencia cristiana, no sólo en los humanos sin también todas las realidades creadas se prolonga el dinamismo de la encarnación.
"Ese dinamismo misionero debe llegar a todos sin excepciones. Pero a ¿a quienes debe privilegiar?"
“Si la Iglesia entera asume ese dinamismo misionero debe llegar a todos sin ex cepciones. Pero a ¿a quienes debe privilegiar? Cuando uno lee el Evangelio se encuentra con una orientación contundente: no tanto a los amigos y vecinos ricos, sino a los pobres y enfermos, a estos que suelen ser despreciados y olvidados, a aquellos que no tienen con qué recompensarte”.
3. El apasionamiento por la fraternidadsin fronteras o reinado de Dios, pone a la Iglesia en estado permanente de conversión misionera. Una Iglesia “capaz de transformarlo todo para que las costumbres, los estilos, los horarios, el leguaje y tos la estructura eclesial se conviertan en cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto-preservación”.
Antes del Concilio, en la introducción a su memorable libro “Falsas y verdaderas reformas de la Iglesia”, el dominico Y. Congar constataba: ”A medida en que en mis estudios he ido avanzado en el conocimiento de esta realidad que es la Iglesia, se hizo claro en mí que solo se había estudiado en ella, la estructura, no la vida”. El Vaticano II dio prioridad a la comunión de vida. Y con esa prioridad, el papa Francisco insiste: “las estructuras sirven cuando hay vida que las anima, las sostiene y las juzga; sin vida nueva y auténtico espíritu evangélico, sin fidelidad a la Iglesia y a la propia vocación, cualquier estructura se corrompe en poco tiempo”
"Si vivimos esta fe o experiencia cristiana ¿cómo no aceptar la propuesta de reforma, sugerida ya en el Concilio y ahora concretada en la Exhortación La alegría del Evangelio?"
Si vivimos esta fe o experiencia cristiana ¿cómo no aceptar la propuesta de reforma, sugerida ya en el Concilio y ahora concretada en la Exhortación La alegría del Evangelio”? Hay que seguir meditando, asimilando y poniendo en práctica la propuesta.
"Mi admiración, sintonía profunda y gratitud al papa Francisco brota no solo la experiencia o fe cristiana que respira en sus gestos y palabras. También al ver la caridad y el coraje con que está ejerciendo su ministerio"
4.Mi admiración, sintonía profunda y gratitud al papa Francisco brota no solo la experiencia o fe cristiana que respira en sus gestos y palabras. También al ver la caridad y el coraje con que está ejerciendo su ministerio para servir a la comunión en la Iglesia que realiza el Espíritu siguiendo el lento ritmo de nuestra condición humana. Procesando desde esa experiencia cristiana, con tacto nada fácil, con paciencia, sufrimiento y esperanza, tensiones que implica la necesaria reforma:
entre quienes quieren un cambio inmediato, y quienes se resisten al cambio;
entre los llamados progresistas y conservadores, olvidando que la Iglesia tiene dos ojos que miran al mismo tiempo, hacia la tradición y hacia lo nuevo que va emergiendo en tiempo.
entre los que buscan el poder para salvaguardar la unidad en la Iglesia y su relevancia social; y los que rechazan la autoridad interpretada como autoritarismo.
entre los que emprenden diálogo con el mundo porque creen que fuera del mundo no hay salvación, y los que siguen viendo en el mundo un peligro para su identidad cristiana;
entre quienes tratan de ocultar los pecados en la Iglesia porque es santa, y los que no ven en ella más que corrupción y pecado.
Desde aquí mi comunión y fidelidad en la Santa Madre Iglesia donde hoy celebro con gratitud al papa Francisco.
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