"¿Qué la pregunta es ofensiva? Más lo son los procedimientos, ejecutores y ejecutivos" Aradillas: "¿Cuánto cuesta que Roma decida el traslado administrativo de la Virgen de Guadalupe? ¿A quién hay que pagar?"
"Que la Patrona de una Comunidad Autónoma, que a su vez es Provincia Eclesiástica, con sus obispos sufragáneos, pertenezca a otra Comunidad, realizadas tanto civil como religiosamente infinidad de gestiones para subsanar tamaños desvaríos canónicos y de los otros, resulta ser ciertamente misterioso para la mayoría del pueblo de Dios"
"¿Cuánto cuesta arreglar las cosas para que Roma decida el traslado administrativo de la Virgen de Guadalupe y se avecinde con todas sus consecuencias como Patrona de Extremadura? ¿A quién hay que pagar?"
La única y verdadera noticia de dimensión regional y nacional, con proyección eclesiástica y aún civil, relacionada con el Santuario extremeño de Nuestra Señora de Guadalupe y su Puebla, declarados por la Unesco, “Patrimonio de la Humanidad”, está todavía pendiente de producirse…Y esta no sería otra que la siguiente:
Perteneciendo administrativamente en la actualidad tal conjunto a la archidiócesis de Toledo, ex “Primada de las España”, siendo patrona “bis” -civil y eclesiástica-, de Extremadura, por fin decidieron las correspondientes autoridades tachar de tan bochornoso mapa esta anomalía por considerarla poco o nada pastoral, ofensiva para la Comunidad Autónoma extremeña y ajena al principio elemental en la Constitución de la España de las Autonomías.
Este es el hecho que, para ser medianamente entendido, demandaría largos tratados de historia, de feudalismos, por supuesto que con la imposición de la “manu militari” de los ex todopoderosos Arzobispos Primados, a la cabeza su Cardenal don Rodrigo Ximénez de Rada, el de la batalla de las Navas de Tolosa –a.1212- , en la que el “moro” dio definitivamente por perdida la posesión de la Península Ibérica y su posible ulterior irrupción hacia el centro de la Europa cristiana.
El caso es ciertamente único en el orbe católico. Que la Patrona de una Comunidad Autónoma, que a su vez es Provincia Eclesiástica, con sus obispos sufragáneos, pertenezca a otra Comunidad, realizadas tanto civil como religiosamente infinidad de gestiones para subsanar tamaños desvaríos canónicos y de los otros, resulta ser ciertamente misterioso para la mayoría del pueblo de Dios y del que, no aceptando serlo oficialmente, no tiene ningún empeño, sino todo lo contrario, en llegar a formar parte de él.
Que conste que Guadalupe y su santuario son y configuran la condición del extremeñismo más puro, singular y significativo no solo religiosamente. Precisamente por eso, sus autoridades-eclesiásticas y civiles de todos los colores, bandas y bandos, no escatimaron esfuerzos ante “quienes corresponde” -sin excluir al mismo papa Francisco -, para que a tan supinos errores y agravios se les ponga su liberador punto y aparte, con las debidas reparaciones.
Una región- Comunidad Autónoma, como Extremadura, reconocida internacionalmente como la más pobre de entre las pobres de Europa-, resultaría indecente ser tratada por la misma institución eclesiástica como algo aparte, irredenta y al margen del sentido de Iglesia sinodal e igualitario, hoy redescubierto y proclamado como esencial en la propia institución que se proclama cristiana ,y como si los tiempos de las Cruzadas , de la Reconquista y del feudalismo “en el nombre de Dios” siguieran teniendo plena , vigorosa e innoble vigencia.
Pese a quien pese, y sea lo que Dios quiera que sea, la Iglesia es y se llama hoy “Concilio Vaticano II “y su papa es y se llama “Francisco.”
Y desde tan convincentes conclusiones, resultan plenamente explicables y comprensibles, que en Extremadura y fuera de su Comunidad, sean muchos los que se formulen preguntas como estas, aun excluyendo la desoladora convicción de que, ya y por fin, por aquello de la claridad, de la libertad de expresión y del ejemplo dado por algunos, -pocos- obispos, resulten dificultosas de ser correspondidas, con las debidas respuestas:
¿Es que, además de la santa iglesia Primada de Toledo – “dives toletana”, por excelencia”-, hay algún santuario cuyo gazofilacio alcance índices de tan pingüe rentabilidad similares al de Guadalupe? ¿Acaso la falta de claridad de las cuentas, sus opacidades y “amén”, impiden, o dificultan, la santa y sana tranquilidad de conciencia de fieles e “infieles”? ¿Pero es que no somos todos - por igual, clérigos y laicos- Iglesia-Iglesia? ¿Se trata lindamente, y sin más diccionarios, de conservar a perpetuidad títulos, ornamentos y predicamentos eclesiásticos – que no eclesiales-, de Excelentísimos y Reverendísimos señores arzobispos, aún despojados de la condición cardenalicia que parecía incluir su “Primacía”?
En las manos y firmas del actual arzobispo de Toledo, está en gran parte, la solución del problema. Y este señor le aseguró, y así se publicó en RD., a este servidor que soy yo, su disconformidad con mantener la situación tan anómala que pastoral y administrativamente define a Guadalupe y a los 31 pueblos de la “franja” extremeña, perteneciente eclesiásticamente a Castilla- La Mancha , con capital en Toledo .¿Llamarle desmemoriado- “mentiroso “dirían en Las Villuercas y los de la Mancomunidad de Tentudía, a todo un arzobispo, es un pecado , una jaculatoria o, lo más grave que pudiera acontecer, que “pasaran del tema” y no dijeran ni una cosa ni otra?.
Y, mientras tanto, nos conformamos con difundir la noticia de la reunión convocada en el Monasterio a propósito del nuevo Año Santo, y de la “credencial de peregrino” con la que habrán de equiparse los devotos que recorran los 23 Caminos “oficiales” que desde sus lugares de origen los conduzcan a los pies de la Santísima Virgen de Guadalupe y poder de esta forma lucrarse con las indulgencias. Intervinieron en la presentación tan devota, el arzobispo toledano, el Guardián del monasterio y responsables del turismo religioso de la archidiócesis.
El arzobispo invocó a la Virgen como “Madre que sana a los hijos heridos”, sin faltar especiales menciones para Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Francisco de Orellana, don Manuel Godoy y otros, todos, de nacencia extremeña, que no toledana…
Nuestros mejores deseos penitenciales del éxito religioso -¿y por qué no, turístico?- , para este Año Santo Guadalupano. Pero conste que la noticia-noticia no es la identificable con las relacionadas con los Años Santos. Es -será- la de que, por fin, la Virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura, dejó de exiliarse de las tierras castellano-manchegas y pasó a ser y ejercer de extremeña, “como está mandado”
Y por ahora, y sin cejar de insistir sobre el tema me hago eco fiel de algunas de las preguntas que el pueblo-pueblo se formula desde perspectivas distintas:
¿Cuánto cuesta arreglar las cosas para que Roma decida el traslado administrativo de la Virgen de Guadalupe y se avecinde con todas sus consecuencias como Patrona de Extremadura? ¿A quién hay que pagar?.¿Que no es cuestión de dinero?. Hubo y hay, casos similares en la Iglesia, en los que todo fue cuestión de dinero, aunque, por ahora, sería preferible “no meneallo”. ¿Qué la pregunta es ofensiva?. Más, mucho más lo son los procedimientos, ejecutores y ejecutivos.
¿Hay que pagar en Toledo, en Madrid -CEE- ,o directamente en Roma, cuyos cabildeos son expertos en estos menesteres, con diversidad de formas y fórmulas, “ipso facto” o en “cómodos” plazos?¿Cuestionarían -cuestionarán- la colecta organizada al efecto, las Casas Regionales de Extremadura, los curas de los pueblos toledano- extremeños , asociaciones tales como las de la Damas de Guadalupe, los Caballeros de Guadalupe y los currantes reivindicadores de “Guadalupex”,?
El problema hay que resolverlo. Con o sin dinero. Y para ello, lo primero que se necesita, y urge es que los obispos, encabezados por el Primado de Toledo, los de la provincia eclesiástica de Extremadura, y hasta el Padre Guardián del Monasterio, nos expliquen las razones por las que la Virgen de Guadalupe, su patronazgo y su PATRIMONIO tengan que seguir perteneciendo Toledo, ex Primada de las Españas.
El “porque sí”, o “la callada por respuesta”, ya no valen ni estilan fuera o dentro de la Iglesia´. Pertenecen al gremio terminológico de la grosería, es decir, “descortesía o falta de educación o delicadeza”, que precisamente es lo contrario a cuanto es y significa la Iglesia. Tales fórmulas le hurtarían al ”Año Santo” su redentora y evangelizadora calidad y condición de GUADALUPE.