"Mejor un rendimiento pacífico y no violento, que segar ninguna vida más" La guerra en Ucrania y el pensamiento ghandiano

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"En estos tiempos  tan difíciles es necesario hacer  valer  la bandera  gandhiana de  la Satyagraha cuyos pilares se  sostenían en el coraje, la verdad, la paz  y la no violencia"

"La única  solución para  la guerra de Ucrania pasa  por el diálogo   entre  las dos partes  y la concesión de prebendas  o acuerdos de  una con respecto de la otra"

"Mejor un rendimiento pacífico  y no violento, que segar ninguna vida más,  y pactar mediante el diálogo internacional un acuerdo"

Comenzando con la frase de Ghandi que refleja cuál debe  ser  la actitud de  la no violencia,   hacia la violencia: “No hay camino para  la paz  la paz  es  el camino”. Es decir un conflicto no se puede solucionar  en el mismo nivel que se  produce, porque a veces ese  conflicto no se  soluciona y pierden las  dos partes.

En estos tiempos  tan difíciles es necesario hacer  valer  la bandera  gandhiana de  la Satyagraha cuyos pilares se  sostenían en el coraje, la verdad, la paz  y la no violencia,  según él las  únicas  herramientas  para  alcanzar  el cambio político y social. 

De todo lo anterior se deduce  que cualquier violencia engendra  más  violencia, y aunque en la guerra  el derecho internacional ofrece  la posibilidad de  defenderse  a  los agredidos  frente  a  los agresores, no contempla  un espacio  intermedio de  terminación de dichos conflictos que pueda darles solución inmediata.

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No está justificada pues la muerte de un lado ni de  otro de  tantos inocentes, pues  la guerra  no la hacen  quienes  la proponen o envían, sino seres  humanos   que van al frente  y hacen de  parapeto frente a los deseos de poder  y de  destrucción de  quienes  las proponen.

La única  solución para  la guerra de Ucrania pasa  por el diálogo   entre  las dos partes  y la concesión de prebendas  o acuerdos de  una con respecto de la otra,   porque a veces retroceder  un paso es  avanzar  dos. Nunca los ideales de  patria, nación, justicia, llevados al extremo, salvaron ninguna vida, sino que en el camino quedaron a  modo de ejemplo millones de vidas  tristemente segadas.

Las  organizaciones internacionales   y el Consejo de Seguridad de la ONU  y otras organizaciones con poder  militar  podrían haber  exhibido simplemente su fuerza  conminatoria  ante  dicho ataque, porque si quieres, la paz  prepara la guerra,  si todo el mundo se  hubiese  puesto de  parte de  Ucrania  y hubiese exhibido frente  a Rusia  su poder  militar en silencio, otro gallo nos cantaría.

El problema del Consejo de  Seguridad y de muchas  otras  organizaciones, es que no sufren el problema de  lleno, sino de  lejos, sólo ven el toro desde  la barrera, pero en medio de  la corrida de toros, la gente de uno y otro bando sigue muriendo.

Por eso hay que enterrar algunos ideales  trasnochados y que sea  el mundo globalizado el que actúe como un solo cuerpo frente  a un potencial invasor extraño. Enviar  armas  no es  la mejor solución, pues  a quién a  hierro mata  a hierro muere,  dice  el refrán. El único pronóstico de  la guerra a medio plazo es la muerte  y destrucción, mejor un rendimiento pacífico  y no violento, que segar ninguna vida más,  y pactar mediante el diálogo internacional un acuerdo.

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Primero, Religión Digital

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