Dramático y esperanzado testimonio del párroco de Letur (Albacete) Ignacio Requena: "Yo soy hijo del pueblo, natural de aquí y se me rompe el corazón al ver tanto sufrimiento, desesperación, devastación"

Estragos de la DANA en Letur
Estragos de la DANA en Letur EFE/ Ismael Herrero

Ayer despedimos a la “prima Dolores”, primera fallecida, feligresa muy querida y siempre al pie del cañón. Tuvimos que hacer las exequias directamente en el cementerio porque no tenemos acceso a la Iglesia

Fue de repente, no hubo tiempo ni forma de poder evacuar o avisar. Desde la lejanía estuve hablando y animando a personas que luego desaparecieron… moviéndome de un sitio para otro, intentando controlar qué personas podían estar en ese momento ahí, una gran impotencia por no poder ayudar, no hacer nada…

Ahora toca estar unidos y mantener viva la esperanza, aunque sea solo con el estar, con un abrazo, una mirada… y si hay fuerzas una oración

Están siendo momentos muy duros, siento no haber contestado antes a tus mensajes. Hoy estaré todo el día ausente porque llevo varios pueblos y aldeas y tengo que moverme de aquí para allá con las celebraciones… aunque mi coche desapareció con el agua.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Yo estaba abajo en el pueblo, en el casco antiguo cuando llegó la crecida, llamé al 112 y fui describiendo todo lo que ocurría. Fue de repente, no hubo tiempo ni forma de poder evacuar o avisar. Desde la lejanía estuve hablando y animando a personas que luego desaparecieron… moviéndome de un sitio para otro, intentando controlar qué personas podían estar en ese momento ahí, una gran impotencia por no poder ayudar, no hacer nada…

Ayer despedimos a la “prima Dolores”, primera fallecida, feligresa muy querida y siempre al pie del cañón. Tuvimos que hacer las exequias directamente en el cementerio porque no tenemos acceso a la Iglesia.

Yo soy hijo del pueblo, natural de aquí y se me rompe el corazón al ver tanto sufrimiento, desesperación, devastación. He visitado a algunas familias de desaparecidos, aquí todos nos conocemos, somos como una familia. Ahora toca estar unidos y mantener viva la esperanza, aunque sea solo con el estar, con un abrazo, una mirada… y si hay fuerzas una oración.

No puedo decirte mucho más, poco a poco me voy serenando y siendo consciente de lo sucedido… aunque todavía parece todo un mal sueño, algo increíble .

Gracias, un saludo.

Etiquetas

Volver arriba