"La Iglesia-la nuestra y la de ahora-, es abrumadora e irracionalmente machista" Las mujeres 'suspenden' al Papa Francisco
"Intentar sustentar como dogma, o semi dogma de fe una decisión puramente administrativa y disciplinar, e intentar fundamentarla en argumentos bíblicos y en “santas” tradiciones, no es de recibo"
"Para desdicha de todos, las puertas del Protocolo Internacional de los Derechos Humanos, están clausuradas para la Iglesia, a consecuencia de la discriminación estatutaria que en ella sufre la mujer"
"A la mujer no le satisfacen las migajas administrativas de concesiones de determinados dicasterios, ni nombramientos curiales, que de por vida fueron “propiedad” de hombres, todos ellos clérigos, ornamentados con títulos y signos que catalogan de “sagrados”, pero que no pasan el examen de la paganía"
"A la mujer no le satisfacen las migajas administrativas de concesiones de determinados dicasterios, ni nombramientos curiales, que de por vida fueron “propiedad” de hombres, todos ellos clérigos, ornamentados con títulos y signos que catalogan de “sagrados”, pero que no pasan el examen de la paganía"
Con ocasión de recientes declaraciones del papa Francisco en la revista AMÉRICA acerca de las relaciones Iglesia-mujer, con tan importantes incidencias dentro y fuera de la Iglesia, decido redactar, entre otras, estas sugerencias:
+ El “suspenso” al papa no es dictado solo por parte del género femenino. Lo es también, aunque en más tímida proporción, por el masculino. Muchos teólogos, algunos obispos y episcopados completos, abogan por que les sean concedidas y reconocidas a la mujer idénticos derechos y deberes que al hombre, por su condición de varón.
+ ¿Qué cualificación teológica le confiere el papa a la negativa de la mujer a aspirar al sacerdocio y a su ejercicio-ministerio? ¿Acaso la de “dogma de fe”, o de “verdad revelada”? ¿No constituiría tal cualificación una temeridad propia de escuelas teológicas de ocioso corte escolástico con límites y limitaciones ya rebasadas, aún a la luz del sentido común?
+ Antes de su puesta en práctica ¿sería irrenunciable tener que tachar tal “verdad revelada” del catecismo, y su praxis, del Código de Derecho Canónico, caso repetidamente registrado en la historia, en la que, por ejemplo, la Santa Inquisición en primer lugar ejecutaba -quemaba a los llamados “herejes”, y posteriormente los juzgaba, y en ocasiones, hasta los canonizaba?
+ La Iglesia-la nuestra y la de ahora-, es abrumadora e irracionalmente machista. Es -será- de este pecado del que precisamente tendría que confesarse, pedirle perdón a Dios, al resto de la comunidad de cristianos y no cristianos y reparar parte de los daños y graves perjuicios ocasionados a la institución, desde sus púlpitos, sacramentos y sacramentales, con aportación tan generosa de argumentos generales para la apostasía.
+ Intentar sustentar como dogma, o semi dogma de fe una decisión puramente administrativa y disciplinar, e intentar fundamentarla en argumentos bíblicos y en “santas” tradiciones, no es de recibo.
+ La Iglesia es madre -mujer por antonomasia. Es mucho más Iglesia que el hombre. Lo es de por sí y por naturaleza. Sin mujer no hay Iglesia, definida bienaventuradamente como “santa madre”.
+ Exactamente a consecuencia del forzado exilio al que se sometió a la mujer “intra et extra Ecclessiam”, hasta sus templos están a punto de cerrárseles al culto. En ellos, con prédicas, homilías, agentes ministeriales -todos ellos varones- y siempre y en todo dispuesta “por la voluntad de Dios”, no pasa de ser y ejercer de sacristana o acólita, al servicio del clero, y así convertirse -ser y actuar- de ejemplo de “mujer católica, apostólica y romana”. Ni siquiera como personas se sienten tratadas no pocas mujeres en la Iglesia.
+ Trato y doctrina anti mujer con estas condiciones “religiosas” , a muchos y a muchas no les extraña aseverar que “por algo será” que el número de mujeres maltratadas por los hombre-varones rebase ya el medio centenar de muertas, además de diversos hijos.
+ A la Iglesia, con inclusión de su jerarquía, no se la vio con frecuencia, lágrimas y dolor en las concentraciones que espontáneamente surgen por esos pueblos de Dios, en repulsa del asqueroso machismo imperante, y al que en cierto sentido “canonizan” la Liturgia y el Derecho Canónico.
+ De los Estados, aun laicos, ha de aprender y copiar la Iglesia ejemplos de igualdad entre hombres y mujeres, con todas sus consecuencias y sin privilegios. Organizaciones, entidades y asociaciones estatales, son y practican muchas veces, y estatutariamente, el Evangelio, que las pentagramadas “religiosamente” y “en el nombre de Dios”. Para desdicha de todos, las puertas del Protocolo Internacional de los Derechos Humanos, están clausuradas para la Iglesia, a consecuencia de la discriminación estatutaria que en ella sufre la mujer.
+ La Iglesia se queda sin mujeres, lo que equivale a decir que se frustra, por no responder a la idea de Iglesia de Jesús, que no pensó en institucionalizarla. Los nombres de María, en su diversidad de misiones y versiones, de Magdalena, de la Samaritana, de la Verónica, de Isabel, de “las santas “mujeres”, lucen y subliman el cielo de las esperanzas del Reino de Dios, con destellos idénticos o superiores a los de Pedro, Pablo, Judas Tadeo, Juan, Santiago o Mateo.
+ Y ahora, y así las cosas, ¿qué hacemos con las pre-conclusiones a las que se llegaron ya en las reuniones sinodales con tanto interés , convencimiento y amor a la Iglesia, para que esta lo sea de verdad, y entre las que destaca precisamente la de facilitarles el acceso al ejercicio sacerdotal de las mujeres que se sientan vocacionadas a ello?.
+ El Sínodo sí que es “palabra de Dios”, al ser “palabra del pueblo” y no de la jerarquía en cualquiera de sus versiones y grados.
+ Y que quede constancia que a la mujer no le satisfacen las migajas administrativas de concesiones de determinados dicasterios, ni nombramientos curiales, que de por vida fueron “propiedad” de hombres, todos ellos clérigos, ornamentados con títulos y signos que catalogan de “sagrados”, pero que no pasan el examen de la paganía. “Andar para atrás” no ha sido fórmula y forma del papa Francisco. Ha sido, es y será, “andar hacia adelante”.
+ “Como por los frutos los conoceréis”, los que caracterizan la actualidad noticiable de la Iglesia “virilizada y machista”, difícilmente son superables, con denodada frecuencia a casos, -“divinos y humanos”- conocidos y por conocer judicialmente y con plenas garantías de veracidad. La mujer, por mujer y madre, da a luz más y mejor Iglesia que el hombre.
SUSPENSO en esta ocasión para el papa Francisco. Y es que, también, aún a los de Asís, es aplicable, con humildad y humanidad, el docto dicho romano de que “quandoque bonus dormitat Homerus”, que en “román paladino” se traduce lisa y llanamente por “quien tiene boca, se equivoca”.