"Generar dinámicas concretas de cambio que vayan más allá de los discursos retóricos" El perdón y el permiso para construir una manera nueva de hacer y de ser Iglesia

Iglesia en salida
Iglesia en salida

"Un grupo plural de cristianos y cristianas, convocadas por la iniciativa BERPIZTU, se han reunido en torno a la pregunta de por qué las laicas y los laicos, y las religiosas, no pueden ser elegidas para funciones de vicario en la diócesis de Bilbao"

"En este encuentro realizado en Bilbao se compartieron varias experiencias, principalmente en diócesis de Europa, en las que ha sido posible abrirse creativamente a una forma de Iglesia más inclusiva y participativa"

"Las preguntas fundamentales de nuestra Iglesia, y de nuestras diócesis, se han de parecer más a una sala de partos, con olores fuertes, colores intensos, desgarros y expresiones de un dolor que facilitará la vida, que a un portal de Belén en el que no queda rastro de un parto real"

"Ponerse a la escucha de quienes sienten que nos hemos alejado, en prácticas, normas y funcionamiento institucional, de quien es nuestra referencia fundante, Jesús de Nazaret"

En muchas ocasiones ha sido el papa Francisco el que ha animado directa y explícitamente a buscar nuevas formas de hacer las cosas. Lo hace cuando habla de la sociedad actual y también cuando reflexiona sobre el futuro de nuestra Iglesia. Sus expresiones animando a tomar la iniciativa, a promover comportamientos diferentes y creativos, a superar determinadas costumbres ancladas en pasados que ya no existen o en dinámicas negativas, permiten, en este momento, abrir puertas y ventanas en nuestras realidades eclesiales y legitiman la búsqueda creativa de otras formas de organizarse y funcionar. En pocas palabras, ha dicho públicamente que en una experiencia de búsquedas y cambios, es mejor “pedir perdón que pedir permiso”.

Un caso relevante es el que se ha compartido en Bilbao el pasado martes 14de diciembre de 2021. Un grupo plural de cristianos y cristianas, convocadas por la iniciativa BERPIZTU, se han reunido en torno a la pregunta de por qué las laicas y los laicos, y las religiosas, no pueden ser elegidas para funciones de vicario en la diócesis de Bilbao. En los últimos tres meses se han desarrollado las consultas y votaciones para la renovación del vicario general y los vicarios territoriales. Un proceso que, desarrollándose según la costumbre establecida en esta diócesis desde hace años, ha vuelto a impedir que todas las personas bautizadas y vinculadas a la Iglesia puedan ser candidatas para un servicio de este tipo, manteniéndolo accesible sólo para los presbíteros. 

Berpitzu
Berpitzu

Aunque en ocasiones se apela a la tradición y al derecho canónico para mantener determinadas formas de funcionar que distan mucho de ser reconocedoras de una iglesia de iguales con diversidad de ministerios y vocaciones, en este encuentro realizado en Bilbao se compartieron varias experiencias, principalmente en diócesis de Europa, en las que ha sido posible abrirse creativamente a una forma de Iglesia más inclusiva y participativa

No ha hecho falta violentar o modificar el derecho canónico para que personas laicas, mujeres y hombres, y mujeres religiosas, puedan ser candidatas a desarrollar un servicio homologado a lo que hasta ahora se ha entendido como vicario. Ha sido la voluntad y el firme deseo de construir experiencias que reconozcan una manera nueva de hacer y de ser Iglesia, y la decisión de estudiar fórmulas creativas respetuosas con el marco normativo existente y a la vez generadoras de nuevas posibilidades. 

Entre las experiencias compartidas durante esa tarde en Bilbao hay algunas que se han asentado a lo largo del tiempo y han llegado a ser aceptadas por el marco general de la Iglesia. Otras, por desgracia, han sido torpedeadas por quienes consideran que el uso del poder y de representación ha de estar restringido al grupo de hombres que durante siglos han determinado la trayectoria de la Iglesia. Pero todas ellas han nacido de la convicción de que nuestra Iglesia ha de generar dinámicas concretas de cambio que vayan más allá de los discursos retóricos.

Sinodalidad desde el pluralismo
Sinodalidad desde el pluralismo

No sólo por necesidad, para no quedarse la Iglesia relegada a ser un simple residuo irrelevante en la sociedad del siglo XXI, sino también por convicción. Gran parte de las dinámicas de control del poder institucional eclesial poco tienen que ver con la voluntad de Jesús de Nazaret o con las formas con las que él se dirigió a la sociedad de su tiempo cuestionando, entre otras cosas, a las autoridades religiosas y la forma en la que manejaban la creencias de la población en favor de sus propios intereses. 

Nuestra Iglesia, y nuestras diócesis, seguramente necesiten más momentos en los que pedir una identificación con ese Jesús que quería superar aquellos anclajes religiosos que no promovían la dignidad y la libertad de las mujeres y hombres de su tiempo. Y ponerse a la escucha de quienes sienten que nos hemos alejado, en prácticas, normas y funcionamiento institucional, de quien es nuestra referencia fundante, Jesús de Nazaret. En este tiempo en el que se habla tanto de sinodalidad, en la que se ha puesto de moda el uso de la palabra discernimiento, necesitamos pasar de las palabras a los hechos. De los documentos a las prácticas.

Pasar de la autosatisfacción con una Iglesia universal que intenta con un Sínodo ponerse a tono con el tiempo y el mundo en el que vive, a llegar a concretar qué cambios va a tener nuestra Iglesia local: en el reconocimiento de mujeres y hombres, en el manejo de la participación, en la gestión del poder, en el reconocimiento de la autoridad, en la toma participativa de decisiones. Necesitamos menos mirada a Roma y más voluntad y decisión audaz en las diócesis. Porque es ahí donde nos podemos estar jugando el futuro. 

La actividad promovida el pasado martes 14 de diciembre por BERPIZTU en Bilbao es coherente con un período en el que lo importante es la espera y la esperanza en una Iglesia diferente. Las preguntas fundamentales de nuestra Iglesia, y de nuestras diócesis, se han de parecer más a una sala de partos, con olores fuertes, colores intensos, desgarros y expresiones de un dolor que facilitará la vida, que a un portal de Belén en el que no queda rastro de un parto real y que trasmite una experiencia estática, una foto fija casi de museo e irrelevante para el mundo de hoy. 

El Papa y Joseba Segura
El Papa y Joseba Segura

No es un deseo extraño o excesivo. Porque no olvidemos lo que el mismo papa señaló en su discurso del 18 de septiembre: “Este es el estilo de nuestro camino: las realidades, si no caminan, son como el agua. Las realidades teológicas son como el agua: si el agua no fluye y está estancada, es la primera que se pudre. Una Iglesia estancada comienza a pudrirse”.

Tomemos nota. Mejor “pedir perdón que pedir permiso”.

Primero, Religión Digital

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