(Jesús Bastante).- Durante 1030 años, la Iglesia ucraniana ha pertenecido a Moscú. Ahora, en una decisión que esconde consecuencias políticas para toda la región, la autodenominada Iglesia ortodoxa de Kiev será reconocida como iglesia 'autocéfala' por el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I.
El propio Bartolomé ha sido el encargado de informar de su decisión al patriarca de Moscú, Kirill, en una tensa reunión, que se ha prolongado más de dos horas y media, y que acaba de concluir en Estambul. La secesión de la Iglesia ucraniana de la rusa, y su dependencia de Constantinopla se produce después de intensas negociaciones con un gran protagonista, el presidente ucraniano Poroshenko. Y un gran derrotado: Vladimir Putin.
El proceso aún no ha concluido, pero a partir de ahora comienzan los trabajos para la 'independencia' de la Iglesia ortodoxa de Kiev de la de Moscú. Un proceso que arrancó en 2014, pero que corría el riesgo de descarrilar si Bartolomé no daba el paso. Según han informado fuentes oficiales, el patriarca de Constantinopla ya ha informado de ello a Kirill.
El anuncio acaba de ser hecho en Estambul por el metropolitano Emmanuel de Francia (Adamakis), responsable del proceso de proporcionar "Tomos" (identidad) a Ucrania. El metropolitano hizo hincapié en la necesidad de "superar el cisma de la Iglesia en Ucrania". La Iglesia Ortodoxa Rusa, por su parte, se opone a esta medida.