Se encuentran desde el lunes en Londres Los primados anglicanos tratan de evitar el cisma por los homosexuales
En estas horas está viviendo un momento muy encendido el mundo anglicano: a partir del próximo lunes estarán en Londres los 38 primados de las Iglesias que pertenecen a la Comunión anglicana en el mundo para reunirse en asamblea, la primera convocada por Justin Welby desde que en 2013 se convirtió en el arzobispo de Canterbury.
La cita es extraordinaria: la Asamblea de los primados es un organismo que fue instituido a finales de los años setenta por el entonces arzobispo de Canterbury Donald Coggan. En teoría debería reunirse cada tres años, pero la última fue en enero de 2011 en Dublín y, en realidad, ese encuentro fue "a medias", porque participaron solo 23 de las 38 provincias anglicanas. Fue una señal evidente de la fractura que se creó a mediados de la primera década de este siglo, después de que la Iglesia episcopal de los Estados Unidos y la anglicana de Canadá decidieran proceder con las ordenación de un obispo declaradamente homosexual y con la bendición de los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Las que no participaron en la Asamblea convocada en 2011 por el entonces arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, fueron principalmente las Iglesias del llamado Global South, el sur del mundo, en donde se concentra en la actualidad la mayor parte de los 85 millones de fieles que conforman la Comunidad anglicana. Desde 2008, estas Iglesias se organizaron en un organismo oficial propio, la Gafcon (Global Anglican Future Conference), a la que se sumaron los primados de Kenya, Nigeria, Uganda, Sudán del Sur, el Congo, Ruanda, el de la provincia anglicana de Sudamérica y la Anglican Church of North America, en la que confluyen las comunidades anglicanas de los Estados Unidos y de Canadá que ya no se reconocen en las dos denominaciones locales oficiales.
Convocar a una nueva Asamblea de los primados ha sido todo un desafío para Justin Welby: antes de hacerlo visitó una por una todas las Iglesias que conforman la Comunidad anglicana y durante el verano del año pasado se aseguró de que cada uno de los primados participaran en el encuentro. Además hizo un gesto que ha causado algunos malestares en el ala liberal del mundo anglicano: invitó también a Foley Beach, el arzobispo de la Anglican Church of North America, que se sumó a la Gafcon, a pesar de que no fuera la provincia que forma parte de la Comunidad anglicana.
«La diferencia entre nuestras sociedades y culturas, además de la velocidad del cambio cultural en gran parte del hemisferio norte del mundo, nos lleva a la tentación de dividirnos como cristianos -escribió Welby en septiembre, al convocar oficialmente la Asamblea-, en cambio, el mandamiento de la Escritura, la oración de Jesús, la tradición de la Iglesia y nuestra misma comprensión teológica nos llama a la unidad. En la familia anglicana del siglo XXI deber hacer espacio para un desacuerdo profundo, y también para una crítica recíproca, pero permaneciendo fieles, juntos, a la revelación de Jesucristo».
Como se sabe, el papel del arzobispo de Canterbury es el de un "primero entre pares" dentro de las Iglesias anglicanas. «No tenemos un Papa anglicano -escribió el mismo Welby en el texto de septiembre. Nuestra autoridad como Iglesia es difusa y se basa, al final, en la Escritura, rectamente interpretada. A la luz de esto, espero que nos encontremos bajo la guía del Espíritu Santo y busquemos una vía que nos permita concentrarnos en el servicio y en el amor recíproco, y, sobre todo, en el anuncio de la buena noticia de Jesucristo».
A pesar del resultado obtenido, con la adhesión de todos los primados, la Asamblea se presenta como un encuentro difícil. Y se incorpora en esa dialéctica más general del universo cristiano, entre el norte y el sur, en relación con temas como la secularización y la ética sexual: una polarización que surgió también en la Iglesia católica durante el Sínodo sobre la familia.
El primado de Uganda, Stanley Ntagali, líder de una de las Iglesias anglicanas africanas más grandes, escribió en estos días una carta a sus fieles para explicarles que participará en «un encuentro» porque fue invitado por el arzobispo de Canterbury; pero todavía su Iglesia, como las demás que integran la Gafcon, no se considera en comunión con la Iglesia episcopal de los Estados Unidos ni con la Iglesia anglicana de Canadá. También añadió que permanecerá en Londres solamente «si el primer argumento de discusión en la Asamblea de los primados es el restablecimiento del orden divino en la Comunión anglicana». De lo contrario, indicó, «obedeceré lo establecido por nuestra Asamblea provincial y abandonaré el encuentro». Por su parte, el primado de la Iglesia episcopal de los Estados Unidos se limitó a decir: «Nos reuniremos para rezar, confrontarnos y apoyarnos recíprocamente en nuestro ministerio».
El arzobispo Welby quisiera evitar que la discusión se polarice otra vez por la cuestión de la homosexualidad. Por ello también invitó a hablar en la Asamblea al católico Jean Vanier, canadiense fundador de la comunidad de L'Arche y que desde hace décadas está comprometido en la acogida y en la valorización de las personas con discapacidades y de los más débiles en las comunidades cristianas. «Debemos reconocer que tendremos que afrontar algunas cuestiones muy difíciles dentro de la vida de la Comunión anglicana -dijo el arzobispo de Canterbury en un nuevo mensaje en el que invitó a los fieles a rezar por el éxito de la Asamblea-, pero hay también otras muchas, terriblemente difíciles, que tocan a toda la Iglesia de Cristo y al mundo entero». Palabras que en el comunicado oficial que difundió el sitio del evento van acompañadas por una anotación de procedimiento importante: «La agenda será establecida según el acuerdo común de todos los primados. Es probable que incluya la violencia provocada por motivos religiosos, la protección de los niños y de los adultos vulnerables, el medio ambiente y la sexualidad».
(Rd/Agencias)