La Iglesia ortodoxa camina hacia el cisma por la independencia de Iglesia ucraniana Se recrudece la guerra entre Constantinopla y Moscú entre acusaciones de mentiras y sobornos

(Cameron Doody).- Las Iglesias ortodoxas de Constantinopla y de Moscú están en guerra por la intención de la primera de otorgar la independencia a la Iglesia de Kiev. Esto es lo que transciende de la conversación que mantuvieron Bartolomé de Constantinopla y Kiril de Moscú el pasado 31 de agosto, en la que el Patriarca Ecuménico llegó a acusar al Patriarca ruso de difundir "mentiras" y éste de insinuar que Bartolomé ha aceptado sobornos de ucranianos "cismáticos" e "ilegítimos".

"Los ucranianos no se sienten cómodos bajo el control de Rusia y quieren libertad eclesiástica plena tal y como tienen una independencia política", explicó Bartolomé a Kiril y su delegación, de acuerdo con la transcripción de la conversación publicada por el sitio orthodoxia.info. "Por eso han venido [los ucranianos] a su Iglesia Madre, que considera su reclamación justa y por tanto actuará de acuerdo con la decisión del Santo Sínodo, que es irreversible", continuó el Patriarca Ecuménico.

En su réplica a esta defensa del Patriarca Bartolomé de conceder el "tomos" de autocefalía a la Iglesia ucraniana, el Patriarca Kiril contestó que para la Iglesia rusa la misma idea de "una nación ucraniana separada" fue "desarrollada en el siglo XIX por los 'uniatas'", un término ruso peyorativo por los católicos griegos, que buscaban "expandir en el territorio y separarlo del Zar". Es más, Kiril sostuvo que el actual gobierno ucraniano "tomó poder con un golpe de estado en el 'Euromaidán'" -la ola de manifestaciones y disturbios que azotó a Ucrania en 2013- "y ahora reclaman la autocefalía para fortalecer su autoridad, ya que tienen el poder de forma ilegítima". "El pueblo está a punto de derrocar y desalojarles, y por tanto buscan el apoyo y el prestigio del Patriarcado Ecuménico", sentenció Kiril.

Los argumentos teológicos y políticos ya aparte, quizás los puntos más fuertes de la conversación entre los dos jerarcas vinieron cuando Bartolomé echó en cara a Kiril que ya no puede viajar libremente a Ucrania por temores por su seguridad, o cuando el Patriarca Ecuménico lamentó que las autoridades rusas "están haciendo la vista gorda a la primacía del Patriarca Ecuménico con el fin de socavar la Iglesia Madre de Constantinopla".

El Patriarca Ecuménico también se enfrentó con el "ministro de Exteriores" del Patriarca Kiril también presente en la reunión, el Metropolita Hilarión, quien ha acusado a Bartolomé de recibir sobornos del presidente ucraniano, Petró Poroshenko.

"Le pregunto directamente: ¿lo puede probar?", interrogó Bartolomé a Hilarión. "Si no lo puede probar, está haciendo una injusticia a la Iglesia Madre y consecuentemente será maldecido por ella", advirtió, añadiendo que "engañar a otros a sabiendas a través de mentiras no tiene perdón". Cuando el Patriarca Kiril intervino para pedir a Bartolomé que tratara a Hilarión más suavemente, el Patriarca Ecuménico se mantuvo en sus reproches.

"Esta no es la primera vez en la que nuestro hermano [Hilarión] ha hecho esto: siempre es agresivo y alberga sentimientos de odio hacia la Iglesia Madre de Constantinopla", le recriminó Bartolomé, lamentando también que el Metropolita "están haciendo daño".

Kiril y Bartolomé

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