Bienaventuranzas de la Celebración
Felices quienes creen que la vida es una celebración a la que están invitados todos los hombres y mujeres de nuestro mundo.
Felices quienes, para que esto sea verdad, salen a los caminos para prestar atención, cuidar y mostrar su cercanía a quienes se encuentran tirados en las cunetas de la existencia.
Felices quienes celebran cada día una sonrisa agradecida, la flor que se abre con la primera caricia del sol, o un abrazo inesperado.
Felices quienes celebran cada nuevo encuentro que disfrutan con sus amigos como si fuera el primero.
Felices quienes celebran que alguien haya encontrado empleo o los papeles de residencia, que haya dado a luz un precioso bebé, que haya encontrado al amor de su vida.
Felices quienes celebran el amor, la palabra, la solidaridad, la paz, la ternura, la dicha, la justicia, o la pequeña, escurridiza y siempre tierna espiga de la esperanza.
Felices quienes invitan a celebrar con ellos a quienes no les pueden pagar. Con su noble agradecimiento se sentirán absolutamente recompensados.
Felices quienes festejan los cumpleaños, quienes conmemoran los aniversarios, quienes recuerdan y celebran los momentos más importantes e inolvidables de su existencia… Sí, porque hay que celebrar siempre la vida que nos sale al encuentro.