El sufrimiento solo tiene sentido

como consecuencia del compromiso

por liberar del sufrimiento a los demás.

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Hay días luminosos, alegres, diáfanos.

Otros, en cambios, son grises,

húmedos, irrespirables.

Pero unos y otros, vividos con intensidad,

nos han hecho gozar de la dicha de vivir,

y madurar en las pruebas de la existencia.

Han hecho posible lo que somos hoy en día.

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Quizá la verdadera belleza se reconozca

no en el propio objeto que se observa,

sino en la mirada de quien lo contempla.

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Si creemos que las personas

que nos acompañan en la vida,

tienen que ser siempre amables,

irreprochables, perfectas…

sufriremos muchas decepciones.

Quizá nos conviene considerar

que están hechos de nuestra misma naturaleza,

humana, vulnerable, frágil…

y espléndida a la vez.  

*

La experiencia vital quizá no sea más que una gota

en la vasta extensión de la sabiduría de nuestro mundo. 

Pero sin ella nos es imposible descubrir y seguir

nuestro propio camino en la vida.

*

Cuando te encuentres vacío, perdido, desvalido…

mira a tu lado, a tu alrededor o dentro de ti.

Siempre encontrarás otro caminante

que quiera acompañarte por las sendas del encuentro.