¡Qué mejor oficio que ser
para llegar a ser!
Sin ser uno mismo,
sin buscar infatigablemente
la felicidad y la libertad,
la dulzura junto
a quien nos acompaña,
las aguas dejan de fluir,
las ascuas se apagan
sin remedio.
Seamos, pues.
Para alumbrarnos,
para deslumbrarnos,
para crear claridades.