Contra éstos o aquéllos
Queridos Vanessa y Jonathan:
Seguro que seguís bien,
y llenos de alegría y vida,
pues no en vano mayo
es el centro de la primavera.
A lo mejor me lo podía callar
y no os daríais cuenta,
pero el título de este texto de hoy
no es invento mío.
Se lo he tomado prestado
a don Miguel de Unamuno,
el famoso filósofo y escritor,
que tituló uno de sus libros
Contra esto y aquello.
¿Y por qué me he acordado de él?
Pues al conocer la siguiente noticia,
que me dejó preocupado.
Siete niños norteamericanos,
tres chicos y cuatro chicas,
sufrieron agresiones físicas
en un centro educativo de California
con motivo del Día Nacional
para patear a un pelirrojo,
un movimiento creado en Facebook.
Se basaron en un capítulo
de la serie de dibujos South Park,
en que se calificaba a la gente pelirroja como malvados y desalmados.
Un chico de 14 años creó la campaña, y otros la llevaron a la práctica.
¿Nunca os habéis preguntado
qué pasará por las cabecitas
de los que insultan o pegan a otros
sólo por ser pelirrojos, o bajitos
o demasiado altos,
o por ser de un equipo rival,
o por llevar la marca equivocada
de pantalones o zapatillas?
En realidad este tipo de locuras
se basa en un instinto tan primitivo
como arraigado en la gente.
Se trata del odio o miedo
al que es distinto y diferente a nosotros.
Hoy sabemos que
en algunas culturas antiguas se mataba
a los cojos y otros minusválidos
porque creían que daban mala suerte
y su vida ofendía a los dioses,
o que en algunas aldeas de África
se sacrifica por lo mismo
a los que nacen albinos.
Es una técnica narrada
en el Antiguo Testamento.
Se echa la culpa de todo
a un chivo expiatorio
y se le hace morir.
En tiempo de Jesús
los distintos marcados
o estigmatizados eran,
por ejemplo, los leprosos.
¿Nunca os ha llamado la atención
el trato amable que Jesús tuvo con
leprosos y personas marginadas
por la sociedad de su tiempo?
Entonces los que señalaban
y condenaban a los distintos
eran sacerdotes, magos y hechiceros.
Hoy, algún descerebrado que utiliza Facebook o Tuenti.
¿Vamos progresando, no?
Me gustaría que la próxima vez que toda vuestra clase o panda de amigos
se ría de alguien por ser raro o rara
o por tener algún defecto,
os penséis dos veces a quién
estáis haciendo el juego…
Y actuéis en consecuencia.