La expresión mística de ojos abiertos la inventó el teólogo alemán Johann Baptist Metz para describir la religiosidad que tuvo Jesús, y la que deben tener sus seguidores. Hoy día abunda, no solo entre budistas y seguidores de espiritualidades tipo New Age, lo contrario, una cierta mística de ojos cerrados, que vive feliz en los mundos de Yupi, y encima cree que toca a Dios. ¿A qué Dios?
Expresado en palabras de Metz: “Jesús no enseña una mística de ojos cerrados, sino una mística de ojos abiertos, una mística del deber incondicional de percibir el sufrimiento ajeno” (JOHANN BAPTIST METZ, Memoria passionis. Una evocación provocadora en una sociedad pluralista, Santander, Sal Terrae, 2007, p. 177).

¿Qué tiene que ver esto con la crisis? Pues me explico. Desde hace dos años, me llama la atención cómo analizan lo que está pasando los medios de comunicación, y también la mayoría de los cristianos. ¿Quiénes sufren y están pagando la mayoría de platos rotos de la crisis económica mundial? Evidentemente, millones de personas que malviven en el Tercer Mundo. Para ellos, todo esto está siendo la puntilla. Su situación se está volviendo cada vez más desesperada.

¿Y de qué están hablando los medios de comunicación, también los medios cristianos? Apenas se está mencionando este aspecto verdaderamente trágico. Hagan la prueba y verán que sólo se ocupan, en el 99% de los casos, de la repercusiones nacionales del asunto, y sobre todo de la cada vez más mezquina política de partido. “Estos lo hacen mal, a ver si llegan los otros y lo arreglan”.

¿Quiénes están hablando con claridad de las drásticas reducciones de la ayuda internacional que los gobiernos europeos, también el nuestro, están preparando? Casi nadie. Las honrosas excepciones se pueden contar con cuentagotas. Sólo me vienen a la memoria algunos párrafos de Caritas in veritate y algunas declaraciones de Mons. Óscar Rodríguez como presidente de Cáritas Internacional.

¿Y de los cuatro millones y medio de parados en España, qué? ¿De verdad nos duele en el alma su situación? Con la excepción de las Cáritas locales, ¿de verdad son el centro de nuestra preocupación en este verano de 2010? En fin, os invito a repensar esas preguntas a la vez que leéis algunas frases más de J. B. Metz, y, sobre todo, a tener los ojos bien abiertos:

* “Los cristianos somos remitidos por el canon de nuestra fe, por el centro de nuestro credo -"padeció bajo Poncio Pilato"-, a la historia, en la que muchos son crucificados, torturados, llorados… y sólo con cuentagotas amados” (J. B. METZ, Memoria passionis, p.51)

* “La primera mirada de Jesús no se dirige al pecado, sino al sufrimiento de los otros […]. La doctrina cristiana de la redención dramatizó en exceso la cuestión de la culpa y relativizó la cuestión del sufrimiento” (J. B. METZ, Memoria passionis, pp. 164-165).

* “Tampoco la Iglesia está por encima de, sino bajo aquella autoridad de los que sufren, que Jesús, en la parábola de Mt 25, ha establecido como criterio del juicio final. A mi modo de ver, el fracaso de la institución religiosa –la Iglesia- consiste hoy, sobre todo, en que ha desgajado en exceso su memoria dogmática de Dios de la memoria de sufrimiento de los seres humanos. Por eso, porque la autoridad de Dios que ella anuncia no se refleja en la autoridad de los que sufren, su apelación a la autoridad de Dios suena en ocasiones tan fundamentalista” (J. B. METZ, Memoria passionis, p. 195).

Una pregunta más: ¿de verdad nos estamos sintiendo bajo la autoridad de los que más sufren la actual situación?