Semana Santa: DAR LA PROPIA VIDA

Os dejo algún poema escrito en una Semana Santa de hace ya años...

Va hoy el primero.

DAR LA PROPIA VIDA

Ya está, Jesús, ya has muerto.
Ya no hay nada que hacer.
Todos esperábamos
que alguien te convenciera,
o que Pilato te perdonase,
o que “los buenos” te rescataran…
pero no, esto ha acabado mal.

Has ido muy lejos,
creíamos que era sólo teatro,
que con menos iba a bastar:
quizá una manifestación,
o una huelga de hambre,
o firmar una protesta,
o un corte de calzada…

Y eso que lo habías avisado:
“Si el grano de trigo no muere
no da fruto y no hay vida”.
En eso coincidimos,
en que hay que dar vida.
Pero… ¿morir? ¿enterrarse?

¡Dar la propia vida…!
Ser trigo molido
para que otros coman pan.
Ser uva pisada
Para que otros tengan vino.
Ser flor truncada
para que otros vean color.
Ser llama consumida
para que otros tengan luz.
Ser río desecado
para que otros tengan agua.
Ser sangre y llanto
para que otros estén en la alegría.
Hacerse nada de nada
para que todos alcancen todo.

¿Hacía falta todo eso,
y que murieras sin saber siquiera
si lo íbamos a entender?
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