Queridos amigos: Os deseo una feliz y honda Navidad, en la que nuestro vaciamiento sirva de humilde y alegre cuna para Jesús. Y para el mundo, paz, anchurosa paz.
Pedro
| Pedro Miguel Lamet
MI CUNA MÁS SECRETA
Nunca estuve tan solo ni agobiado, ni tan triste, de noche en el camino, como en el gran dislate sin destino de este triste festín que se han montado,
donde Belén de pronto es un mercado en el que corren por el bien mezquino de un inmediato goce repentino por escapar del Dios que está a su lado.
Dame, Niño, el valor de una mirada que atraviese esta nube de ruido y penetre en la luz de esa conciencia
que me conduce a descubrir la Nada y así hallarte, Jesús, muy escondido en la cuna interior de tu Presencia.