Correo (IV) comentado: El Obispo de Chiapas Samuel Ruiz
Comentario por Seguidor 04.02.11 | 11:21De quien se tendrá que apiadar el Dios de Jesús (y lo hará sin duda) es de tu comentario miserable y de tu absoluta falta de misericordia (aparte de la carencia mínima de verdad). Pero, en fin, es lo que tiene el integrismo.
Respuesta a Seguidor y RHM.- Un artículo exige cierta seguridad en los datos. Por la actualidad de su muerte pedí informes que completaran los mios acerca del Obispo de Chiapas. Los cuales merecen crédito por su coincidencia desde distintas fuentes. (Vean un enlace más abajo.) De ellos sólo utilizo los referidos a su cargo apostólico y sus frutos para la Iglesia. No veo qué otro uso sea mejor para la fe en un medio tan poderoso como Internet. Justo en este portal que, encima, en cuanto información religiosa es el más leído en español. No pertenezco a ninguna secta, sería absurdo. Me sumo a la fe católica, universal en tiempo y lugar, sin ruptura ni servidumbre de modas. Si esto es ser integrista, me alegraría serlo, desde luego. 'Integrismo' viene de integridad, íntegro. ¿Qué adjetivo tomaremos para nuestra actitud ante la fe? ¿Chapucera...? ¿Estafadores...? Cualquier antónimo sería una blasfemia. Mala cosa contradecir el sentido de las palabras, pues la Biblia lo condena gravemente. Quien quiera desmentir lo no acertado, que lo haga, con rigor y sin exabruptos que descalifican al que los remite.
http://deshollinador.wordpress.com/2011/01/25/al-jtatik-samuel-ruiz/
Comentario por Hypatia.- Yo también lamento tu comentario. Ya sé que los pobres a lo más que pueden aspirar es a la 05.02.11 | 22:42 limosna de los pudientes. Pero un pastor que entienda que la justicia es anterior a la caridad se parece a Jesús.
Respuesta, 06.02.11 | 00:54 Por favor, un pastor ¿de qué..? Si es de seres humanos, criaturas de Dios, del cual se los separa por lo que el tal pastor entienda por justicia, no estoy de acuerdo. No se puede aceptar tal cosa de la enseñanza del Evangelio. Esa historia ya la escribió Judas. Es otro evangelio, es otra iglesia... de una religión sin identidad religiosa. Y si la Católica Apostólica sigue su ejemplo terminará como Judas, comprada por 30 monedas y ahorcada.
Primero busquemos que Dios reine en los corazones y eduque lo salvaje que llevamos dentro. Todo lo demás vendrá por añadidura. No puede ser al revés: "Sin Él nada podemos hacer" y menos instrumentándole.
Quizás los vínculos sigientes nos recuerden una doctrina descuidada...
http://blogs.periodistadigital.com/plano-picado.php/2010/10/26/pobres-y-pobrezas-iii-los-pobres-por-amo
http://blogs.periodistadigital.com/plano-picado.php/2010/12/03/pobres-y-pobreza-ix-versiones-pobristas-
Comentario por Hypatia.- Aunque entiendo que no te gustó te paso un fragmento de "Caritas in veritate" Ante todo, la justicia. Ubi societas, ibi ius: toda sociedad elabora un sistema propio de justicia. La caridad va más allá de la justicia, porque amar es dar, ofrecer de lo «mío» al otro; pero nunca carece de justicia, la cual lleva a dar al otro lo que es «suyo», lo que le corresponde en virtud de su ser y de su obrar. No puedo «dar» al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde. Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos. No basta decir que la justicia no es extraña a la caridad, que no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la justicia es «inseparable de la caridad»[1], intrínseca a ella. La justicia es la primera vía de la caridad o, como dijo Pablo VI, su «medida mínima»[2], ....
Respuesta 06.02.11 | 17:10 Todo lo que implique ruptura con lo siempre creído, desde los Padres Apostólicos, los siete concilios básicos, más Trento, podemos rechazarlo pues que, como dicta el Derecho, una ley de rango superior no puede sustituirse por otra inferior. Así, lo que se aparte de la tradición. De la Caridad y la Justicia ya de arranque parece herejía igualar ambos términos. Y flagrante falsificación llamar caridad a lo que sólo es filantropía. Cualquiera que repare en los sermones, programas – p. ej., nuevo obispo Ciudad Rodrigo -, o textos más o menos doctrinales de hoy, y los compare con los de antes del CVII, se da cuenta - “el que tenga ojos para ver” - del vaciado sistemático de nuestra fe en lo que le es esencial. Hábiles en el mal son los que a conceptos como Caridad y Justicia los tergiversan empujando a la Iglesia al precipicio del materialismo. Por tal camino la Iglesia docente arruina toda la autoridad de su magisterio. Espero hablar más acerca de estas manipulaciones. Saludos.
Comentario por Hypatia 07.02.11 | 04:32Los siete primeros fueron convocados por los emperadores. ¿No es alinearse sensatamente con la idea de una religión de estado única cuyo principal objetivo era el orden social?. Para llegar a eso integró los cultos mistéricos y fijó su credo. No se si es de Goethe la frase "prefiero la injusticia al desorden" que entroncaría con el objetivo de una "monarquía católica". Sin embargo, y entronco con la encíclica, "no hay mayor desorden que la injusticia". Recuerdo que cuando pudieron imponer los príncipes alemanes la libertad religiosa a los designios del emperador se referían a la suya ya que los súbditos debían profesar la creencia elegida por su príncipe. La relación de religación del hombre con su Dios no quedó fijada inexorablemente en la "reforma romana" y en Trento. Sigue viva y prolífica.
Respuesta 07.02.11 | 08:49.- Bueno, los emperadores intervinieron pero con anuencia apostólica. Para eso los concilios. Hubo enfrentamientos y las colonizaciones paganas no interfirieron con el mensaje sino, al contrario, favorecían su introducción. Los cánones del Nuevo Testamento sólo ahora están siendo un caos de variaciones y traducciones, al contrario que con los emperadores - cristianos en su medida - con los que se establecieron y guardaron. No veo por qué a aquel poder había que apartarlo de la fe. Ahora se aparta a los estadistas creyentes y se adula a los que quieren erradicar de la sociedad todo vínculo cristiano. Así, paradoja, este tiempo no es tan diferente a aquel excepto en que se impide a Jesucristo su presencia en la sociedad. (Incluso en parte de la eclesiástica). Poco fruto para el propósito del CVII, inicialmente pastoral justamente para lo contrario.
Comentario por Hypatia 07.02.11 | 14:53 Sabes que los emperadores se consideraron "isoapostolos" ¿qué anuencia necesitaron? Estoy contigo en que tenían clarísimo cual era el objetivo de "construir" una creencia única y verdadera. La supresión de las herejías y de las otras religiones paganas se hizo, contando con los acólitos, con una eficacia de "Pontifex Maximus". No estaban nada confusos.
Respuesta 07.02.11 | 21:48 Pues claro está que los concilios; es natural que si era “igual a los Apóstoles” el emperador también necesitó convocarlos. La religión de Jesús, el de la Galilea, tierra despreciada por los judíos –aquellos–, conquistó legiones y generales, esclavos y patricios, senadores y tribunos… esposas y madres de emperadores. La fe en Cristo como Dios encarnado se extendió desde Finisterre al Indostán y se impuso a religiones como la del Egipto milenario, que parecía eterna. (Más de quince mil años se atribuyen a la Esfinge). Se cumplieron en Él todas las profecías. ¿No es tal maravilla digna de nuestro interés? Cristo es sin duda “luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo”. El cristianismo merece toda nuestra honra. Y la Iglesia Católica y Apostólica nuestro agradecimiento. Amén.