IDEOLOGÍA DE GÉNERO… ¿EXISTE ALGUNA ESPERANZA?
No es fácil obtener conclusiones válidas sobre estos temas, dado que se trata de un asunto profundamente complejo, amplio, profundo y trascendente en el desarrollo humano.
| Marcela Chavarría Olarte, miembro de la Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas
Hemos tenido la gran oportunidad de adentrarnos en la reflexión sobre la ideología de género, con ojos científicos y humanistas a la vez... Mujeres audaces, integrantes de la Red Internacional de Mujeres Líderes Católicas, nos reunimos en la Cd. de Chihuahua el pasado mes de enero, para estudiar juntas temas por demás actuales y candentes, en torno a la mujer, la Iglesia y la sociedad, con especial énfasis en un taller sobre “Mujer y Género desde la mirada de la Iglesia Católica”, que suscitó profundas reflexiones en torno a lo que hoy parece ser una tendencia sociológica mundial: las variantes sobre la identidad de género y la aceptación social de todo tipo de alternativas y combinaciones de género, incluso tratando de proponer nuevos derechos humanos.
No es fácil obtener conclusiones válidas sobre estos temas, dado que se trata de un asunto profundamente complejo, amplio, profundo y trascendente en el desarrollo humano. Es distinto el espectro de costumbres, ideas, experiencias, cultura en general de cada grupo y de cada persona, y es fácil caer en el error de valorar el tema exclusivamente a través de ese espectro cultural en el que estemos inmersos, y pretender dar respuestas que se acomoden a nuestra experiencia y problemática cercana. Estudiar el tema implica introducirse en un laberinto de preguntas, cuya respuesta requiere tiempo, mucho ejercicio intelectual y sólidos valores que iluminen el sendero.
El primer paso hacia la luz en el tema, lo dimos sin duda: La concientización sobre la necesidad de “abrir el corazón” hacia todas las personas, con independencia de su identidad de género, con espíritu de servicio, con sincero amor al prójimo, que invite a “escuchar y escuchar” sus posturas y problemáticas tanto como sea necesario, antes de intentar orientarles en alguna dirección. Se logró fundamentar en abundancia la primera premisa: “La apertura a la comunicación, al diálogo, a la comprensión y al amor incondicional”, pues lo primero que necesitan todas las personas inmersas en el tema de género (propio o de seres queridos) es valoración de su dignidad de personas, comprensión y apertura al diálogo.
Existe una fuerte unidad entre los miembros de la comunidad LGBT y de todas las derivaciones de la misma; es frecuente que se sientan incomprendidos y agredidos ante cualquier opinión no les acomode, que consideren “discriminación” a cualquier idea diferente a las suyas. En ocasiones logran incluso con ejercicio de violencia, acallar a toda persona que opine distinto, y han impulsado legislaciones que normalizan sus creencias, algunas de las cuales pueden obstruir los derechos de quienes se atreven a pensar distinto… “Cierran filas” y eso se revierte en contra de ellos mismos, al cancelar toda posibilidad de ofrecer para ellos servicios de apoyo profesional que pudieran contribuir a clarificar ideas, a equilibrar sus emociones, a dirigir sus vidas con paz y felicidad plenas.
Para los educadores, psicólogos, terapeutas, psiquiatras, sociólogos, líderes religiosos, padres de familia, etc, es todo un reto, que hay que saber afrontar, con valentía, con fundamentación científica, con ética, con auténtico espíritu de servicio, con sincero amor a todo ser humano y con respeto a la libertad de cada persona… ¿Será que no hay nada que hacer, más allá de aceptarles, comprenderles y amarles?... ¿O existe esperanza formativa para grupos de personas, que afrontan dolor y frustración en el laberinto de las posturas ante su propia identidad, que a veces parece no encontrar luz suficiente para vivir en paz sin sentirse amenazados incluso por sus propios pensamientos?
Apenas hemos vislumbrado “la punta del iceberg”… Un segundo paso, que se nos presenta como reto a estudiar de manera interdisciplinar es justamente, intentar dar respuestas razonables y viables para quienes en el fondo de su ser, necesitan planteárselas y desean ardientemente iluminar su camino de vida:
¿Qué podemos hacer para abrir un diálogo positivo y propositivo con esas personas?... Partiendo de que todos podemos mejorar en algo, siempre hay algo que hacer.
¿Cómo tomar decisiones adecuadas a cualquier edad, pero especialmente en la infancia?... Los niños y las niñas merecen atención especial.
¿En qué consiste la actuación profesional (en el amplio significado del término) de profesores y orientadores escolares, ante estos casos?... No podemos quedarnos pasmados.
¿Qué tipos de ayudas profesionales pueden ser útiles para los padres de familia que afrontan planteamientos de identidad de género en sus hijos?... A los padres y a las madres de familia todo asunto relativo a sus hijos les concierne, y les urge orientación.
Estas y otras muchas preguntas, requieren la investigación, estudio y acción interdisciplinar a favor de la vida en plenitud, de niños, jóvenes y adultos. No tenemos respuestas cabales… Cada una de nuestras profesiones tiene algo que aportar, pero es insuficiente… Necesitamos unir esfuerzos para vislumbrar en qué consiste el camino de esperanza, que siempre existe, para todos, en el proceso de perfeccionamiento humano.