(RD/Efe).-El cura Josep Dalmau, conocido por su activismo, rememora en la primera parte de sus memorias, 'Un capella rebel, un sacerdot lliure', que ha presentado hoy, su infancia y juventud, con episodios que incluyen la primera manifestación de curas en Barcelona o la primera boda que se ofició bajo el agua.

Nacido en la masía de cal Bonhome de Sant Llorenc Savall (Barcelona) en 1926, Dalmau es desde hace 52 años rector de la parroquia de Gallifa (Barcelona), lo que hoy ha calificado de 'bendición' porque le ha permitido dedicarse a la política o a defender las posiciones alternativas de las comunidades de base, mientras que, si la jerarquía lo hubiera destinado a una iglesia de Barcelona, 'me hubieran enterrado'.

Acompañado por el editor de Proa, Isidor Consul, este sacerdote 'irrepetible' que subraya que nunca ha escuchado la COPE o leído noticias referentes al cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, precisa que desde siempre ha querido estar entre la gente de la calle, como hizo Jesucristo.

Militante de la CNT durante una época, 'en la que aprendí mucho', e inventor de sotanas diferentes a las 'oficiales', Dalmau ha visto cómo se le censuraba una foto en la revista Destino en los años sesenta por ir ataviado como un seglar o cómo debía dar explicaciones a sus superiores por bañarse junto a otras personas de su pueblo en una piscina.

Las memorias que hoy ha presentado recorren toda su peripecia vital entre su nacimiento y sus primeros años, cuando ya era el líder de los niños de su pueblo, y el año 1969, después de ser condenado por un fiscal a un año de prisión menor y a 10.000 pesetas de multa por manifestarse ante la comisaría de la Vía Layetana de Barcelona junto con otros curas.

Durante su comparecencia, Josep Dalmau ha avanzado que ésta es sólo la primera parte de su historia, puesto que habrá un segundo volumen de memorias, que se iniciarán en la década de los años setenta, 'donde se contarán los verdaderos grandes problemas'.

Preguntado por la situación actual de la Iglesia, ha señalado que 'la jerarquía está en la luna' y ha agregado que 'el grupo de los de arriba quedará cada vez más alejado de la base'.

A pesar de los enfrentamientos reiterados que ha mantenido con los mandatarios eclesiásticos, Dalmau destaca que nunca se ha planteado abandonar su tarea evangelizadora, que continúa desde Gallifa, donde es artífice del Santuario ecológico del castillo.