Esta es vuestra casa

Desde sus inicios, la Iglesia, siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, ha tenido especial cuidado de las personas más necesitadas. La mayoría de veces estas ayudas pasan desapercibidas, de acuerdo también con la recomendación evangélica, aunque es inevitable que en otras sea visible su labor solidaria.

Muy cerca de la Catedral, en la Plaça Peixateries Velles, hay un edificio que simboliza lo que estoy diciendo. Pese a que la acción social de la Iglesia se canaliza sobre todo a través de Cáritas y de las parroquias, en este punto del casco antiguo de Tarragona se centran actividades que hoy deseo señalar.

En el inmueble, propiedad del Arzobispado y la Fundació Obra Pia Montserrat, se asientan en distintas plantas dos iniciativas solidarias: Café i Caliu, de Càritas Interparroquial y la Fundació Privada Bonanit. Atienden a personas que carecen de recursos para una alimentación adecuada y que, en algunos casos no tienen un techo debajo del cual poder dormir.

Café i Caliu reparte diariamente más de un centenar de desayunos muy completos y lo hace gracias a donaciones del Banco de Alimentos y de diversos comercios de la zona, y gracias a un equipo de voluntarios que prestan un servicio impagable entregando lo más preciado en la sociedad de hoy: su tiempo. En lugar de dedicarlo a distracciones o aficiones personales, lo gastan en ayudar a quienes más lo precisan.
La Fundació Bonanit, que lleva once años en funcionamiento, dispone en esta casa de una veintena de camas en las que pueden dormir personas sin hogar. Solo quien ha vivido de cerca la experiencia que supone dormir en la calle, puede apreciar la necesidad de esta ayuda que la Fundación completa con otras doce camas en pensiones de la ciudad. Los cuidadores especializados y voluntarios se afanan para que los abandonados en las cunetas de la sociedad del bienestar encuentren la acogida que corresponde a su condición humana.
Esta es vuestra casa, les dicen a las personas que acuden. En mis visitas he podido comprobar la gratitud con que reciben estos servicios. Hago un llamamiento a los tarraconenses para que ayuden aún más estas iniciativas solidarias.
En ocasiones se oye aún el viejo tópico que relaciona a la Iglesia con las clases pudientes y con la burguesía económica. Una paseo por esta casa, o por tantas otras instalaciones que han impulsado los cristianos, desmiente esta acusación sin fundamento. Acogen a personas de todos los países, razas y religiones, haciendo realidad la convicción de que todos somos hermanos en Jesucristo.

† Jaume Pujol Balcells
Arzobispo metropolitano de Tarragona y primado
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