Munilla elude de nuevo opinar sobre el libro de Pagola e insiste que es jurisdicción del Vaticano

José Ignacio Munilla no ha tardado ni 24 horas en contestar a la carta en la que 2.720 fieles de su diócesis le reclamaban que se posicionara públicamente sobre el proceso abierto por el Vaticano al libro 'Jesús, una aproximación histórica', del teólogo y exvicario José Antonio Pagola. Si alguno de esos fieles confiaba que tras la misiva el obispo de San Sebastián iba a romper su silencio y aclarar por fin qué opina de la obra, se debió sentir ciertamente decepcionado al leer la respuesta del prelado.

Munilla insiste en este comunicado en la misma idea que una y otra vez ha repetido cuando se le ha cuestionado sobre esta polémica: «está fuera de mi jurisdicción como obispo de San Sebastián». «Es una cuestión recurrida a la Santa Sede por mi predecesor, D. Juan María Uriarte», se enroca en la respuesta de ayer.

Con este argumento, hace referencia a la decisión tomada por el anterior obispo, que otorgó al libro el 'nihil obstat' (nada que oponer) y el 'Imprimatur', y lo respaldó en el Vaticano ante las críticas del sector más conservador de la Conferencia Episcopal Española, que consiguió que fuera retirado del mercado para impedir su divulgación.

Como adelantó este periódico en enero, la Santa Sede, por medio de la Congregación para la Doctrina de la Fe -antigua Inquisición-, decidió además abrir un expediente para dirimir si era correcto el 'nihil obstat' y verificar que el contenido del volumen es conforme a la fe y costumbres de la Iglesia.

En su escrito de ayer, Munilla insiste en mantenerse en terreno neutral y dejar pasar el tiempo hasta conocer la resolución final que adopte el Vaticano sobre 'Jesús, una aproximación histórica'. De hecho, reclama a sus fieles que estén preparados para recibir y aceptar el veredicto de Roma, sea cual sea. «Mi tarea es ayudar a disponernos personal y comunitariamente para acoger con plena apertura y confianza la decisión última de la Iglesia. No tendría sentido que la diócesis acudiera a solicitar el juicio de la Santa Sede, si ahora no tuviésemos disposición para acogerlo», advierte el obispo en su respuesta.

Munilla aclara también que su único papel en todo este proceso debe estar centrado en la persona del autor del libro vetado y no en proceso abierto en Roma. «Acompañar a D. José Antonio Pagola en estos momentos es mi responsabilidad como obispo de San Sebastián. En este sentido, siempre he manifestado claramente, en público y en privado, que el discernimiento doctrinal sobre su libro nada tiene que ver con un juicio a su persona, ni a su trayectoria como sacerdote de nuestra diócesis», puntualiza Munilla.

Aclarados todos los puntos sobre Pagola, el obispo cierra el comunicado con una alusión directa a los 2.720 firmantes de la carta y, más en concreto, a los métodos por estos empleados para comunicar la «perplejidad, desconcierto y sensación de injusticia cometida», tal y como definían en su misiva.

«Termino recordando a todos que las puertas de mi casa están totalmente abiertas a cuantos quieran hablar conmigo, ya que entiendo que la comunicación del obispo con los fieles de la Iglesia debe seguir sus propios cauces. De ello tienen experiencia todos cuantos (sacerdotes, religiosos y laicos) se han encontrado conmigo», concluye.

Koldo Domínguez (El Correo)
Volver arriba