Se puede estar o no de acuerdo con él. Pero lo que no se le puede negar al joven obispo de Solsona, Xabier Novell, es su valentía. Siempre da la cara. Incluso a riesgo de que se la partan, como está siendo el caso (incluso por parte del carquerío que le aplaudía sus gestos conservadores), desde que el prelado apostó abierta y claramente por el derecho a decidir. Aún más, considera que tal derecho está por encima de la Constitución.

Es de agradecer (no sólo por parte de los medios, sino también por parte de la sociedad en general) que un obispo no se esconda y salga a la palestra para dar su opinión personal y pastoral sobre los temas que interesan a la gente y en el momento en que tales temas y debates están en la calle.

Es habitual que los obispos se escondan bajo el manto de la prudencia. Muchas veces un manto falso. Novell no es de esos: parece tener las cosas claras y, además, predica con el ejemplo.

Hace unos años, al comienzo de la crisis se bajó el sueldo (ya de por sí pequeño: unos 1.200 euros al mes), para dárselo a caritas.

Ayer mismo, junto a sus declaraciones sobre la cuestión catalana, se sabía que acababa de renunciar a vivir en el palacio episcopal, para alojarse en una habitación del seminario. Como el papa Francisco. Ojalá cunda el ejemplo. Tanto en este tema habitacional concreto como en el más genérico de las declaraciones episcopales.

Porque no parece de recibo que con la que está cayendo en Cataluña, sus obispos colegiadamente o por separado todavía no se hayan pronunciado. Ni una palabra sobre la consulta del 9 de noviembre. Ni una palabra sobre el caso Pujol, el ex presidente de la Generalitat que presume de ser un católico practicante.

¿Salió Novell a la palestra harto del silencio de sus compañeros de mitra o simplemente porque es un verso suelto dentro del episcopado catalán, como dicen algunos?

Sea lo que fuere, Novell es un obispo valiente que, con su valentía, deja en evidencia a sus hermanos en el episcopado. Un obispo poliedrico y no fácilmente encasillable. Joven, mediático, conservador en lo doctrinal, pero profundamente nacionalista. Y que no deja indiferente a nadie. Y es que Solsona casi siempre ha tenido obispos que han sabido superar los confines de aquella pequeña diócesis. Desde Tarancón a Deig, pasando por Novell. Obispos muy diferentes en fondo y forma, pero conscientes de la importancia y del valor de los medios de comunicación.

¿Obligará el gesto de Novell a posicionarse a los "altos" prelados catalanes, desde Sistach a Pujol, pasando por Vives? Quizás, aunque lo más probable es que sigan guardando silencio. Al menos deberían explicar las razones de ese silencio. Que seguro que las tienen.

José Manuel Vidal