La "maldición" púrpura de Braulio Rodríguez
Y es que, en el último consistorio, se aplicó taxativamente y sin excepción la regla de no conceder el birrete cardenalicio a los arzobispos cuyo predecesor tenga menos de 80 años (y, por lo tanto, derecho a entrar en el cónclave). Toledo tiene dos arzobispos eméritos, los dos cardenales: Francisco Álvarez y Antonio Cañizares. El primero ya superó la barrera de los 80 y, por lo tanto, no sería óbice para que Braulio consiguiese su capelo. Pero Cañizares no es emérito de Toledo por haber cumplido la edad, sino por haber sido trasladado a Roma, conde funge como ministro de liturgia del Papa. Y, además, Cañizares tiene 66 años, uno menos que Braulio, que ha cumplido ya los 67.
Eso quiere decir que, si se mantiene la regla (algo probable), en el próximo consistorio (que algunos vaticinan para 2012) Braulio se seguirá quedando con las ganas y Toledo seguirá sin cardenal. Es la "maldición" de Braulio odríguez, que sólo podría romper en parte, si Cañizares regresase a España, para convertirse en arzobispo de Madrid y, por lo tanto, dejase de ser (en cierto sentido) emérito de Toledo. Al final, el aceptar la "jugada" de Rouco, para colocar en Toledo a un prelado amigo y de perfil bajo, puede volverse en contra de Braulio Rodríguez.
Dicen q ue, en Toledo, rezan para que Rouco no nombre un arzobispo-coadjutor con derecho a asucesión. Es la única oportunidad para que Cañizares vuelva a Madrid y Braulio pueda ser cardenal. El desenlace dentro de 3 años, por lo menos. O rezar para que el Papa Ratzinger cambie la norma que él mismo puso. O que Braulio sea el cooptado por Rouco para sucederle en Madrid. ¡Cosas veredes!
José Manuel Vidal