El próximo 27 de abril, hará 10 años que el papa Francisco canonizó a Juan Pablo II. Muy lejos de la ejemplaridad: Estos son los hechos que protagonizó el papa Juan Pablo II

Juan Pablo II
Juan Pablo II

"Pinochet, Maciel, sida, condenas a teólogos de la liberación, modelo de Iglesia pairamidal, discurso patriarcal y androcéntrico, pensamiento único…"

"A pesar de un historial oscuro, el papa Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011. Cuando tres años más tarde, el papa Francisco se dispuso a canonizar a Juan Pablo II, surgieron muchas voces discordantes de cristianos que pidieron la detención de ese proceso"

"La beatificación del papa Juan Pablo II por Benedicto XVI y su posterior canonización por el papa Francisco, constituyen un gravísimo error por parte de los dos papas, un jarro de agua fría sobre los creyentes"

"Es muy triste que Francisco tomara esa decisión “después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina … ¿Tan seguro estaba Francisco que Juan Pablo II llevó una vida ejemplar y virtuosa?"

Estos son los hechos que protagonizó el papa Juan Pablo II

En abril de 1987, el papa Juan Pablo II llegó a Chile, invitado por los obispos chilenos. Se reunió con el presidente Augusto Pinochet en el Palacio de la Moneda y juntos salieron al balcón para saludar a la multitud que recibió a ambos con entusiasmados aplausos.

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Durante su visita a Chile, en abril de 1987, luego de catorce años de dictadura pinochetista, Juan Pablo II se quedó con la boca cerrada ante el dictador y no fue capaz de reprocharle por matar a unos cuantos miles de cristianos. Más bien se exhibió sonriente y cordial a su lado en el balcón de La Moneda, el mismo edificio donde en 1973 fue acorralado y muerto Allende.

Juan Pablo II y Pinochet
Juan Pablo II y Pinochet

En octubre de 1988, Juan Pablo II dio la comunión al sanguinario general Augusto Pinochet, sin haber reparado el inmenso daño que produjo su golpe de Estado. Ni siquiera se había arrepentido de las miles y miles de muertes provocadas a sangre y fuego por su golpe militar.  

Juan Pablo II bendijo a Marcial Maciel, cura mexicano acusado de abusos sexuales contra menores. El papa fue su principal protector, incurriendo en una complicidad total.

Juan Pablo II también tuvo una gran responsabilidad sobre el incremento de casos de sida en poblaciones que obedecieron ciegamente al mandato papal de no usar condón.  

Como afirma el teólogo Juan José Tamayo Acosta: “Su pontificado tuvo comportamientos muy lejos de la ejemplaridad por todos estos motivos: 

Condenó a los teólogos de la liberación, a las comunidades de base y a los cristianos por el socialismo.

Su modelo de Iglesia fue piramidal y negó cualquier tipo de participación de los laicos en la marcha de la comunidad cristiana.

Su discurso era patriarcal y androcéntrico que excluía a las mujeres del acceso al mundo de lo sagrado

Impuso el pensamiento único en cuestiones morales, doctrinales y disciplinares.

Fue permisivo y cómplice con los miles de casos de pederastia que llegaban a la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el cardenal Ratzinger”.

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A pesar de ese historial oscuro, el papa Benedicto XVI lo beatificó el 1 de mayo de 2011. Cuando tres años más tarde, el papa Francisco se dispuso a canonizar a Juan Pablo II, surgieron muchas voces discordantes de cristianos que pidieron la detención de ese proceso.

El Observatorio Eclesial de México, una organización que se declara de "inspiración cristiana ecuménica pero independiente de partidos políticos y religión alguna", publicó un comunicado en el que solicitaba al papa Francisco lasuspensión de la canonización de Juan Pablo II.

"Las razones tienen que ver con la realidad cómo se vivió en América Latina ese pontificado, que significó para muchas iglesias un proceso prácticamente de persecución, de censura, de combate de una experiencia eclesial que nació en nuestro continente a partir de las comunidades eclesiales de base y de la teología de la liberación. En ese sentido también miramos algunas omisiones respecto a las dictaduras militares en América Latina y que ponen en entredicho el papel de Juan Pablo II frente a dictadores como Pinochet o, en El Salvador, el caso del (asesinato de) Monseñor Romero que no fue atendido en su justa medida”.

Raquel Mallavibarrena, miembro de la coordinadora de Redes Cristianas, un colectivo que representa a grupos cristianos de base en España, también se manifestó contra la canonización de Wojtyla: 

“Creemos que es apresurado un proceso de canonización en tanto no se deslinden responsabilidades respecto al conocimiento de Juan Pablo II de estos casos de abusos sexuales infantiles que fueron encubiertos sistemáticamente desde la curia vaticana.

Desde América Latina, su relación con el fundador de los Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano Marcial Maciel, cobra para los detractores de la canonización de Wojtyla un relieve especial.

Maciel está acusado de haber cometido abusos sexuales contra menores.

También es verdaderamente lamentable cómo en su pontificado no pudo parar el desastre que había en los Legionarios de Cristo. Eso fue otro borrón".

Juan Pablo II bendice a Maciel
Juan Pablo II bendice a Maciel

Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII por el papa Francisco

A pesar de los hechos nada ejemplares protagonizados por Juan Pablo II y de las numerosas voces discordantes contra su canonización, como la del teólogo Juan José Tamayo Acosta, manifestando que “no había justificación ético-evangélica para elevar a los altares a Juan Pablo II”, el papa Francisco hizo oídos sordos proclamando, el 27 de abril de 2014, la santidad de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II.

Francisco pronunció estas palabras: "En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santos a Juan XXIII y a Juan Pablo II".

Comentario

La beatificación del papa Juan Pablo II por Benedicto XVI y su posterior canonización por el papa Francisco, constituyen un gravísimo error por parte de los dos papas. Especialmente por parte de Francisco, que se ha mostrado abierto a subsanar todo aquello que desacredita a la Iglesia.

Esa canonización cayó como un jarro de agua fría sobre los creyentes por haber sido un papa que se mostró amigable con el dictador Pinochet, hasta llegar a darle la comunión, a pesar de haber torturado y matado a miles de socialistas, comunistas y todos aquellos contrarios a su régimen de terror. También, Juan Pablo II protegió a los pederastas y bendijo a Marcial Maciel, el más perverso depredador de menores.

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Es muy triste que Francisco tomara esa decisión“después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos”. Resulta punzante que Francisco afirme que invocó la ayuda divina, haciendo cómplice a Dios y a sus hermanos obispos de tamaño traspié al instrumentalizar a Dios. Es totalmente inverosímil que Francisco haya aplicado a Juan Pablo II su concepto de santidad al afirmar que consiste “en dejarse contagiar por la santidad de Dios para llevar una vida ejemplar y virtuosa, y a vivir en la caridad y en realizar todo con alegría y humildad.” 

¿Tan seguro estaba Francisco que Juan Pablo II llevó una vida ejemplar y virtuosa? Somos muchos los que discrepamos porque nos basamos en las obras, que fue lo que predicó Jesús: “Por sus obras los conoceréis” (Mt. 7, 15-20)

Se me hace un nudo en la garganta que el papa Francisco haya dado ese paso en falso, ya que representa un borrón en su pontificado, a pesar de mostrar una imagen abierta, progresista y reformadora.

Rectificar es desabios. Si Francisco lo es, hubiera retirado a Juan Pablo II el nombramiento de santo, aunque es algo que no contempla la Doctrina de la Fe. Como mucho, que reconozca que se ha equivocado. Pero reconocer un error no es precisamente una virtud bien asumida por la Iglesia jerárquica. 

Rectificar es de sabios – CCOO Universidad de Málaga

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