Denuncia institucional a personas clave en la Obra y al mismo Opus ¿Van a suprimir el Opus?
La reciente denuncia al Vaticano pidiendo la disolución de la Obra, y… llueve sobre mojado.
| José María Lorenzo Amelibia
¿Van a suprimir el Opus?
(Opus)
En junio del año 2023 Antonio Moya Somolinos y diez firmantes más, han elevado por medio de la Nunciatura de la Santa Sede en Madrid, una denuncia contra el Opus Dei. Las personas denunciantes han sido miembros de la Obra.
Presentan los "documentos normativos secretos que el Opus Dei ha ocultado sistemáticamente a la Santa Sede"
Recogemos aquí los puntos más importantes de la denuncia:
- - Acusan con nombres y apellidos a personas importantes dentro de la Obra.
- - Fraude en el concepto de familia espiritual.
- - Dependencia total psicológica por parte de los miembros.
- - Proselitismo agresivo.
- - Poder – dinero – hipocresía.
- - Recaudación de dinero con métodos no admisibles.
- - Coacción para entrega de patrimonio personal y sumas de dinero.
- - Denuncia por fraude normativo.
- - 46 documentos auténticos que son normativos para los numerarios, pero ellos dicen que se gobiernan por los estatutos. Estos documentos se ofrecen como prueba de las acusaciones.
- - Ven los miembros del Opus al fundador por encima del papa
- - Los miembros del Opus han de ser acríticos, y no dejarse llevar por la propia mentalidad.
- - Vulneración del derecho de legislar de la Iglesia.
- - Ideología con derivaciones sectarias.
- - Fraude institucional.
- - Abusos de poder y de conciencia.
- - Control de intimidad de conciencia.
- - El prelado Echeverría escribió sobre libertad de dirección espiritual.
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- - Mienten sobre los suicidios.
- - Contra normativa pastoral general.
- - Depresiones de muchos miembros por soledad profunda.
- - Enfermedades mentales irrecuperables.
- - Recetas firmadas en blanco.
- - Anular la voluntad.
- - No hay que perder el tiempo con los discapacitados mentales, pues no sirven.
- - Numerarios devueltos a casa de sus padres.
- - Abusos sexuales conocidos por la prensa.
- - Aversión hacia los jesuitas y otras congregaciones.
- - Falsedad documental… Falsificación de documentos.
- - Engaños y manipulación…
- - Información falsa.
- - Fraudes al Estado y a la sociedad civil…
- - Mentiras en las condiciones laborales en materia económica.
- - Conducir dinero negro en forma de donativos.
- - A la hora de la verdad, nada tiene que ver el Opus en cuestiones tributarias, financieras, obreras y sexuales. Se inhibe.
- - Se transmite mentalidad ajurídica.
- - Eludir responsabilidades.
- - Traslados ilegales.
- - Numerarias auxiliares tratadas como en esclavitud.
- - Mujeres sin salario adecuado ni horario de trabajo.
- - A veces quienes abandonan la Obra salen sin otra protección que la ropa puesta, sin dinero ni trabajo. Últimamente se va arreglando esto.
- - Amenaza de que jamás serán felices cuando salen de la obra y que se condenarán.
- - Una dependencia tal del prelado que vulnera la dignidad humana.
- - El arzobispo Gänswein y el cardenal Sarah, del Opus, y su manipulación del papa emérito Benedicto XVI en la cuestión de la Amazonia…
Todas estas acusaciones son explicadas en el texto de la denuncia, redactada en ocho idiomas.
Nos informan también que el Opus Dei engañó a la Santa Sede diciéndole que en 1976 tenía 60.000 socios, cuando en 2021 reconoce que en realidad eran 32.800.
Se pide en la denuncia la supresión del Opus Dei por todos estos motivos. Se ofrecen alternativas de colocación para los miembros que quedan en caso de disolución; asimismo vías alternativas para las empresas que lleva consigo el Opus. Siempre han de quedar a salvo los derechos de las personas. Los templos del Opus también han de seguir utilizándose. Todas las cuestiones anejas han de ser resueltas previamente a la supresión.
Se piden penas canónicas contra las personas acusadas.
Se envía la denuncia a la Congregación de Religiosos por medio de Nunciatura y se puede derivar asimismo a la de la Doctrina de la fe.
Junto a todo esto, se reconoce que existen dentro de la Obra verdaderas personas santas.
Llueve sobre mojado:
El 7 de septiembre del año 21, cuarenta y dos mujeres denuncian al Opus Dei ante el Vaticano por abuso de poder y explotación. Eran de Argentina, Paraguay y Bolivia. Las denunciantes acusan a esta organización católica de reclutarlas engañadas entre los 12 y 16 años con la promesa de darles la posibilidad de estudiar; de hecho, les hacen trabajar gratis “para servir a Dios”. Su labor consistía en servicio doméstico o limpieza en colegios y casas particulares de miembros de la Obra. Acusan al Opus de que las degradaron y quitaron autonomía: convencerlas de que estaban sirviendo a Dios. Nunca les pagaban; sí les daban algún tipo de formación. Al salir de aquel trabajo marchaban a su casa con lo puesto, sin dinero ni indemnización. Pusieron la denuncia al Vaticano y se cree que a raíz de esta denuncia, fue cuando el Papa decidió suprimir la prelatura personal del Opus.
Y salta a primera página el cambio de rector de Torre Ciudad
A mediados de julio del 23, el obispo de Barbastro, Mons. Pérez Pueyo, destituyó al director de Torre Ciudad. Depende ahora Torre Ciudad de este obispado. En esta cuestión está por medio la decisión del Papa de que el Opus ha dejado de ser prelatura personal. Se comenta que existen entre ellos asuntos de orden económico: el contrato enfitéutico desde los años sesenta; problemas de pastoral… todo se junta y se complica.
Ahora bien: ¿Son causas para suprimir la prelatura de la Santa Cruz y del Opus Dei?
No me toca a mí resolver esta cuestión, pero puedo opinar. Sí, es preciso y cada vez más urgente resolver estas tensiones eclesiales y sociales; pero decidir sobre la supresión de la Obra me parece que ni siquiera se va a plantear. El Opus Dei tiene también muchísimo de bueno.
En las décadas de los setenta a noventa tocó luchar a los dirigentes eclesiales contra un progresismo exagerado, en ocasiones incluso herético. Ponían muchos teólogos gran parte del dogma en tela de juicio. Y lo más grave, que muchos obispos ni siquiera se atrevieron a enderezar a aquellos clérigos rebeldes. Se han mantenido los dogmas dentro de la Iglesia, pero el pueblo ha sufrido, y muchos discípulos de aquellos falsos teólogos, ya no creen más que parcialmente en el dogma católico. En ayuda al mantenimiento del dogma católico ha sido de gran importancia el Opus y algunas otras asociaciones.
Era difícil en aquellos tiempos dificultosos encontrar libros de texto de religión que mantuvieran íntegro el dogma católico, sin disimulos ni omisiones. Los textos elaborados por editoriales afines al Opus fueron valorados como los mejores. Y las familias podían fiarse de que las pláticas, la educación impartida, los ejercicios espirituales de los miembros del Opus nunca iban a traicionar al magisterio de la Iglesia y siempre lo defendieron. Mantuvieron intacta nuestra fe y hoy la siguen manteniendo.
Gozan sus colegios de gran prestigio no solo académico, también de transmisión de los valores católicos. En las ciudades donde tiene mayor influencia este Instituto Secular, se palpa su ascendente incluso en la calle. Y esto es muy grande en los tiempos actuales de indiferencia religiosa. Este gran mérito, nadie se lo podrá quitar a este Instituto Secular del Opus Dei.
Reconocen los mismos denunciantes la existencia de personas santas dentro del Opus.
Recordando y resumiendo
En 1950 la Santa Sede lo aprobó como Instituto Secular al Opus Dei, y se rigió por sus propios estatutos y dependía de la Congregación de Religiosos. Fue erigido el Instituto como prelatura personal (es decir, no territorial) el 28 de noviembre de 1982 por el papa Juan Pablo II. Y recientemente el papa Francisco ha suprimido esta prelatura: el 22 de julio de 2022, el papa Francisco emitió un motu proprio por el que volvió el Opus Dei a depender de la Congregación para el Clero. Había de regirse como los demás institutos seculares, y hacer resaltar su carisma específico
La misión del Opus Dei consiste en fomentar la conciencia de la llamada universal a la santidad en la vida ordinaria.
El patrimonio de la prelatura estaba estimado en 2005 en alrededor de 2800 millones de dólares. Ha recibido el estímulo y la aprobación de papas, jerarquías, y el seguimiento de gran número de católicos. Y a lo largo de los años también ha sido duramente criticada.
Ahora esperamos que se estudien bien por la jerarquía de la Iglesia estas denuncias tan duras y reales, en las que se ofrecen pruebas y están en la mente del pueblo cristiano; se reforme y enderece el instituto y pueda ser en nuestro mundo descreído no solo un bastión de fe, también de esperanza y amor y santidad: que también hay muchos miembros del Opus santos.
Y oremos con el canon de la Misa: “Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo”.
José María Lorenzo Amelibia