¿Cuándo una familia cristiana es familia católica?

Varias son las modalidades de familias cristianas según sea la confesión religiosa a la que pertenezcan. Una de ellas es la familia católica cuando sus miembros viven en comunión con la doctrina y culto de la Iglesia católica. ¿Qué rasgos diferencian a una de las otras?


Familia cristiana y familia católica Conviene aclarar antes de nada que no toda familia cristiana es familia católica. Son muchas familias que pertenecen a otras confesiones dentro del cristianismo. Ellas admiten a Cristo pero no la doctrina de la Iglesia católica. Son las familias de cristianos ortodoxos, anglicanos, luteranos, presbiterianos, adventistas, pentecostales, etc.

Familia cristiana
En la tipología, una modalidad de las familia es la cristiana. No se trata de una “superfamilia” humana, pero sí de una comunidad familiar con su fisonomía propia y con sus rasgos propios. Porque es:
-un grupo de bautizados, unidos por vínculos familiares, pero son cristianos que viven en familia, que se santifican y se salvan como un “pequeño pueblo de Dios”.
-un ambiente concreto para el Reinado de Dios. Los cristianos saben que en su familia debe perpetuarse el Pueblo de Dios. Es ahí donde sus miembros están iluminados por la Palabra de Dios, maduran juntos en la fe, siguen a Cristo y con él colaboran para que Dios reine (LG 11, 7; FC 49, 17).
Familia católica y sus modalidades
La familia católica está integrada por bautizados en la Iglesia católica, apostólica y romana. Es la que cuenta con la doctrina y normativa de la Iglesia que concreta el camino a recorrer como “iglesia doméstica” (LG 11; AA 1; GS 50, 51; FC 21). Esta familia es la que debe mantener la comunión con la Iglesia católica y su Magisterio.
Múltiples son las realizaciones de la familia de bautizados en la Iglesia católica. Están la familia:
-católica y practicante. La mayoría de sus miembros están vinculados con la Iglesia y participan con frecuencia en el culto litúrgico;
-católica pero no practicante, pues la mayoría viven alejados de la Iglesia como tal y del culto religioso;
-la de esposos sin sacramento. Viven en unión libre o solamente casados por lo civil;
-la cristiana en algún miembro. Es un grupo irregular. La mayoría vive totalmente apartada de la Iglesia y de la fe;
-la familia tradicional. Los miembros de esta familia son fieles a los ritos cristianos tradicionales.

Familia católica en comunión eclesialNo es suficiente con haber recibido el bautismo, es preciso “ejercerlo”. Lo propio de la familia católica auténtica, además de los valores humanos y cristianos, es la vivencia de la comunión eclesial. Esta comunión pide que sus miembros sean conscientes de la dimensión eclesial de su fe como el amor a la Iglesia, el confiarse y obedecer a sus pastores y la colaboración en el apostolado (LG 11; FC 49 al 64); GS 50 y 51).
Esta familia prolongará a la Iglesia con la educación católica de los hijos, futuros apóstoles. También es posible, y un gran honor, que varios miembros de la familia se consagren a Dios y presten un servicio especial a la Iglesia.

Comunión eclesial de la familia católica Vivir en comunión con toda la Iglesia es el gran distintivo de la familia católica. Esta actitud de comunión pide:
-sentirse “una pequeña iglesia doméstica” (cf. LG 11). Verse como una comunidad de cristianos que juntos se salvan y santifican con la gracia del Señor; “pequeño Pueblo de Dios” que peregrina en la historia siguiendo a Cristo su Cabeza; Pueblo sacerdotal que adora al Padre, profetiza y evangeliza con Cristo sacerdote;
-amar a la Iglesia en todos sus miembros que profesan la misma fe. Y amar significa alegrarse por sus triunfos y entristecerse por los males que la afligen, sentir como propia su misión y luchar por su consecución como algo personal. Rechaza la indiferencia ante sus problemas eclesiales;
-ayudar a la Iglesia. No es un “amor teórico”, “abstracto”. Amar es colaborar prestando su tiempo, oración, apostolado, dinero... La Iglesia difundirá el Reino de Dios en el mundo según la colaboración de las “pequeñas células o iglesias familiares”;
-aceptar la enseñanza de su Magisterio. La fe cristiana es la que integra el dogma católico. Bien sobre temas dogmáticos o como los que hacen referencia a la vida cristiana (morales y disciplinares):
-cumplir la disciplina eclesial. Es indispensable la adhesión y cumplimiento de tal disciplina para ser y vivir como católico y como familia católica. Se pueden recordar los “cinco mandamientos” y otras normas litúrgicas y canónicas que la Iglesia considera necesarias;
-prolongar la Iglesia. Bien con la procreación y educación católica de nuevos miembros; bien porque de la familia surgen vocaciones consagradas a Dios que trabajarán en la difusión de la Iglesia; bien porque los hijos optarán por el matrimonio sacramento para formar otras tantas “iglesias domésticas”; bien porque toda la familia prolongará la Iglesia con su oración y apostolado (FC 62-b);
-vitalizar la comunidad eclesial. Con la participación en la Liturgia y en otros actos que la Iglesia organiza. Aún físicamente hay que mostrar que somos comunidad unida a la gran comunidad-Iglesia;
-proyectar en familia la imagen de la Iglesia. La familia como una comunidad denominada “iglesia doméstica” está llamada a proyectar en las relaciones familiares cuanto la Iglesia posee de unidad, santidad, comunidad de amor y de culto, etc.
-confiar en la Iglesia. En su Magisterio que enseña respuestas que el mundo no acepta. Y en la gracia que conseguirá la Iglesia triunfante para las dificultades de la familia peregrina en esta vida.

Otras manifestaciones de la familia católica Muy unidas a la comunión eclesial, se dan otras manifestaciones, tales como:
-la obediencia como expresión de la comunión. Una comunión íntegra de manifestaciones externas, exige la aceptación de la autoridad moral de la Iglesia como norma de conducta y la obediencia concreta a los pastores en determinadas situaciones.
-la corresponsabilidad. Respuesta de quien se preocupa coherentemente por el bien de la comunidad eclesial; libremente interioriza los nuevos derechos y deberes eclesiales y de manera coordinada participa en la misión de la Iglesia. Estamos ante el católico solidario, consciente de que si "no contribuye según su propia capacidad al aumento del cuerpo debe reputarse como inútil para la Iglesia y para sí mismo" (AA 2; cf. Ef 4,16);
-santidad y participación. Con estos presupuestos brotará el alma de la comunión católica, la santidad, a imitación de la Iglesia santa, según el estado de vida, a imitación de Cristo y de la misma Iglesia (LG 11, 39-47).

Por una familia católica
¿Qué sugerir para que la familia de bautizados sea realmente una familia católica? Además de una catequesis eclesial desde la infancia conviene:
1º Tomar conciencia de la vinculación de la familia con la Iglesia
Que los miembros de la familia reflexionen sobre su identidad como una iglesia en pequeño, como una de sus células vitales. Y de lo mucho recibido dentro de la Iglesia.
Que sean consecuentes: si tanto han sido amados por la Iglesia (engendrados a la vida divina, educados en la fe, alimentados con la Palabra y los Sacramentos, protegidos con su oración, orientados con su Magisterio), mucho deben corresponder como personas y como grupo-familiar.
2º Vivencias agradables de Iglesia.
La Iglesia es la gran familia de los hermanos de Cristo que se localiza en la comunidad parroquial. El amor a la Parroquia ayudará para amar a la Iglesia; la comunicación con el sacerdote facilitará la comunión con la Jerarquía. Las fiestas parroquiales darán una vivencia de comunidad eclesial.
3º Comunión en comunidades apostólicas.
La integración de la familia en pequeñas comunidades eclesiales o en equipos de movimientos apostólicos familiares será el camino fácil para la formación y vivencia del amor y de la comunión eclesial
4º Y sentir el orgullo, (sano y no fanático) de ser católicos. Porque si los miembros de una familia humana sienten el orgullo por su apellido; si los que pertenecen e una Nación o a una Región siente el orgullo del pueblo al que pertenecen; si muchos que pertenecen a tal equipo, por ejemplo, de fútbol siente gran satisfacción y gran orgullo….; si…….¡Con más razón por pertenecer a la Iglesia católica, familia de familias!
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