Presentamos a la trascendencia humana y a la religiosidad universal como fundamento antropológico de la mística. Ahora bien, el impulso religioso concreta al impulso de trascendencia, y los dos responden de la mejor manera a cuatro de los problemas humanos fundamentales como son: la muerte, la libertad, el sentido de la vida y la unidad-aislamiento (soledad) del hombre
El impulso de trascendencia
Las relaciones del hombre sobrepasan los horizontes interpersonales gracias al impulso de trascendencia y al impulso religioso. Este doble impulso es definitivo para explicar el por qué y para qué de la religión como relación entre el yo humano y el tú divino.
a) Identidad y exigencias del impulso de trascendencia
Como impulso, se trata de una tendencia más del hombre, de una búsqueda del yo humano que sale de sí hacia el contacto con un algo o alguien que está por encima del yo humano en algún sentido, como pueden ser los valores superiores, las metas más exigentes y la realización más completa que motivan la superación humana. Así sucede con la entrega de una madre a su familia, el trabajo sacrificado en cualquier área del arte, la técnica, el pensamiento humano o la lucha heroica por la justicia, el bien de una comunidad, la liberación de un pueblo, etc.
Este impulso de trascendencia puede definirse también como la búsqueda y posesión coherente de valores o metas superiores que sobrepasan al individuo. En la misma definición de este impulso se incluyen sus exigencias como son: la toma de conciencia por parte de la persona de sus limites o necesidades, la salida del yo, la búsqueda de un «algo-alguien» que complete su finitud, el trabajo coherente para suplir la carencia interna...
.
El hombre, consciente de sus limitaciones, contempla un estado perfecto de vida y ansía su realización. El objetivo de la trascendencia será algo tangible que sacie la sed inmediata. Pero será por poco tiempo. La persona ansía más y más objetos y objetivos que le sacien definitivamente. Sin darse cuenta, el hombre se está acercando al tú absoluto, al único que puede saciar plenamente sus ansias de trascendencia. Por ello escribió K. Rahner: «Siempre que Dios se da a sí mismo como futuro, se produce la trascendencia; y ésta significa a la vez apertura a un posible futuro absoluto».
Áreas y vivencias, ¿Dios el Tú Absoluto?.
Cuando el impulso de trascendencia es compartido por dos personas o más de un grupo, surge el área comunitaria que puede ser la familia, la sociedad o la Patria. Se da entonces el nosotros como fusión plena del yo y del tú en el amor para beneficiar a un tercero.
¿Es Dios también un objeto de trascendencia para el yo humano? La respuesta afirmativa está presente en todas las religiones. El hombre tiene sed de lo absoluto y queda descontento con lo que tiene. Siempre anhela algo más que pueda satisfacer todos sus deseos y carencias. Dios es el verdadero tú trascendente para el yo humano. Dios es el Absoluto, el tú personal; quizás el hombre no sea consciente pero sin querer anhela como valor máximo a Dios y como el mejor tú con quien relacionarse. Desde el campo antropológico los autores ratifican a Dios como el tú personal, al Trascendente y Absoluto que sacia con plenitud al hombre. El impulso religioso
El impulso religioso es ese algo que une, con facilitad, intensidad y prontitud, al hombre con el ser supremo, con Dios. Está en la naturaleza humana según confirma la historia de los pueblos El impulso religioso es una mezcla de necesidad, valor vivenciado, felicidad no saciada y conciencia de limitaciones, que repercute en toda la vida y en toda la personalidad del hombre cuando se abre de manera total a lo absoluto, a la divinidad, a Dios mismo, a quien intuye como su complemento inseparable y hacia quien orienta toda su vida. Viene a ser el mismo impulso genérico de trascendencia pero concretado en objetos supramundanos: lo sagrado; en seres superiores o dioses o bien en el tú personal absoluto que da sentido a la vida, es decir, en Dios.
Si consideramos el impulso religioso como un impulso más de la persona puede considerarse como una inclinación, instinto o tendencia que el hombre posee para salir de sí en busca de algo que lo trasciende, algo que necesita y que no posee. Si consideramos este impulso como religioso se trata del impulso genérico de trascendencia concretado en objetos sagrados, en seres supramundanos, en un «algo» universal o en Dios como tú absoluto y personal.
Factores que integran el impulso religioso
Dentro de una interpretación global se aprecia mejor la presencia de los diferentes factores que integran el impulso religioso: la satisfacción, la admiración y entusiasmo, el temor y la confianza. La comunión, el amor y la amistad..
Dinamismo del impulso religioso. Elementos racionales. Destacamos la experiencia de la finitud del ser humano, la intuición en la naturaleza de un algo o alguien superior donde encuentra el sentido y ayuda para su vida y para sus necesidades; la convicción de que con la aceptación y relación con tales objetos sagrados, dioses o Dios personal, acaecerá a la persona algo positivo: un sentido para su vida, una satisfacción para la sed de felicidad; unas ayudas ocasionales o permanentes.
Elementos emocionales. Existe como un influjo mutuo. Por una parte la psicología humana tiene sed del objeto del impulso religioso; y por otra parte, la relación con tal objeto hace vibrar al mundo de los sentimientos y de las emociones. Nos encontramos ante el factor sentimental-emocional del impulso religioso que cuidadosamente analiza la Psicología de la religión. También en esta capa misteriosa de la existencia humana resuena la profunda impresión que produce en el hombre la aparición del Misterio.
El impulso religioso, motor de la conducta
En varios aspectos contemplamos el influjo del impulso religioso en la conducta: de manera ocasional como reacción ante el misterio y de manera permanente en la personalidad y en la cultura.Los pasos: la acogida,el posigles estupor, la repuesta reverencial, la fascinación, el deseo de participaar de la identidad santidad del misterio…Y el influjo del impulso religiosao en la personalidad y en la cultur. Aññ`pr se `regimta si exissta algún otro sentimiento que pueda compararse con la religión por la capacidad de integrar la totalidad de los intereses humanos..
Respuesta del impulso religioso a los problemas humanos
Anselm Brun analiza como problemas fundamentales del hombre: la muerte, la libertad, el sentido de la vida y el problema de la soledad-aislamenito. Y a todos es problemas el impulso relligioso tiene su respuesta.
A la muerte: el místico es consciente que la muerte es la puerta del cielo donde se da el encuentro con Dios. A la libertad, el impulso religioso hace ver la auténtica libertad, su uso bueno o malo para que el hombre consiga su verdadera liberación
A la unidad-aislamiento (soledad Quien experimenta la unidad con ´Dios, experimenta la armonía consigo mismo
Al sentido. Dios es el verdadero sentido. Con el encuentro con Dios, todo se clarifica A la libertad.La religión da sentido al si y al no de nuestra libertad para conseguir nuestra total liberación.