He visto a Dios

Es Pascua y quisiera compartir con los lectores, un relato del libro “Espiritualidad: Un camino de transformación”, de Leonardo Boff. Allí el cuenta una experiencia con su madre, quien nunca quiso aprender a leer, y que me parece exquisita.

Cuenta que en cierta ocasión, Leonardo, llevó a su madre un cuaderno y un lápiz, bendecidos por el Papa Pablo VI, para ver si la animaba a aprender. Pero ella nunca aceptó - ¿Para qué quiero aprender a leer y a escribir?“. Decía la mujer, quien tuvo once hijos que habían ido a la universidad y que, casi todos, eran doctores. A pesar de su renuncia, Boff la consideraba una mujer sabía y profundamente piadosa.

Un tiempo después, su madre escuchó una grabación en la que Boff hablaba de su experiencia con Dios. Ella quedó muy impactada por lo que había escuchado y mirándolo fijamente, preguntó a su hijo - ¿Tú ya has visto a Dios?”. A lo que él le respondió que la gente no veía a Dios, porque es un espíritu y es invisible. Ella suspiró, puso sus manos sobre su pecho, le miró con una tristeza infinita y le dijo: -Tú eres sacerdote tantos años ¿y nunca has visto a Dios?

- ¡Madre, la gente no ve a Dios!“ - insistió él.

Pero ella repuso -Tú no ves a Dios, pero yo lo veo todos los días. De vez en cuando, a la puesta del sol, las nubes se ponen de una determinada manera. Yo me quedo mirando y Él pasa con su manto, sonriendo, y detrás viene tu fallecido padre, mirándome y riendo, y yo me quedo toda la semana con la alegría en el corazón" Tiene un aspecto imponente”.

Boff permaneció sin palabras y se preguntó- ¿Quién es aquí el teólogo: la analfabeta o el doctor en teología?

Entonces concluyó que se tiene que aprender de las personas que viven tales experiencias.

Madre ¿usted lo ve?". "¡Claro que lo veo!", le responde. ". Boff comenta: "la verdadera teóloga es ella, a pesar de ser analfabeta".

Hasta aquí la anécdota. En un clima Pascual, cuando llevamos la fiesta en el corazón, me deseo y os deseo, que sea esta FIESTA, una expresión de la fiesta que celebramos cada día cuando nos encontramos con nuestro Dios, cara a cara en la intimidad de nuestro corazón; expresión de la fiesta que experimentamos cuando predicamos desde la vida que Dios es fiel, que ha puesto su tienda entre nosotras y que es “Uno de los nuestros”.

¿Tú ya has visto a Dios?”.
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