Un jesuita inicia una huelga de hambre hasta Año Nuevo Un Ayuno por la Paz durante la Navidad
Un gesto/grito solidario con el sufrimiento de las guerras actuales y una demanda urgente a los máximos representantes de las religiones del mundo, en especial a los representantes de las Tres Religiones abrahámicas (judía, musulmana y cristiana)
| Esteban Velázquez. Jesuita y presidente de la Fundación Centro Persona y Justicia
Durante los días navideños que transcurrirán desde el 24 de diciembre por la noche al 1 de Enero por la mañana, he decidido permanecer en retiro y ayuno voluntario.
Realizaré esta actividad en el local que la Fundación Centro Persona y Justicia tiene en Jerez del Marquesado donde me lo ha permitido realizar esa Fundación que presido y que tiene como uno de sus objetivos fomentar una espiritualidad común a todas la opciones religiosas o espirituales (incluida la de ateos y agnósticos) en relación con la Paz, la Justicia y el Cuidado del medio ambiente y la naturaleza
Me mueven dos motivos principales:
1) No puedo vivir estas navidades como las anteriores de mi vida en un contexto, como el actual, de tanto sufrimiento humano acumulado por las múltiples guerras de gravedad máxima y en peligro de desencadenar procesos bélicos aún más graves y dolorosos.
2) El mundo necesita parar y hacer un replanteamiento global sobre la incapacidad de las actuales estructuras globales para frenar las guerras y lograr reales procesos de paz y de justicia a niveles también globales.
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En concreto ruego en voz alta a los más altos representantes de las religiones del mundo (especialmente de las religiones abrahámicas: judía, musulmana y cristiana) que pidan públicamente, y si es posible en común, solo dos cosas:
a) Un final inmediato de la guerra en Gaza con las dos simultaneas acciones siguientes: entrega de todos los rehenes por parte de Hamas y retirada simultanea de todas las tropas israelíes del territorio de Gaza
b) La desaparición del poder de veto de cualquier estado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y un nuevo intento de cambio substancial en las estructuras de las Naciones Unidas a corto /medio plazo. El mundo no puede esperar más ni seguir admitiendo como “dogma de fe” la inviabilidad de un cambio substancial del organismo que, hoy por hoy, es el principal foro de encuentro de los gobiernos del mundo.
Hago llegar este articulo al máximo responsable del diálogo interreligioso en la Iglesia Católica, Monseñor Ayuso, con el ruego que lo haga llegar tanto al Papa Francisco como a los máximos dirigentes religiosos de las tres religiones abrahámicas .
Esteban Velázquez. Jesuita y presidente de la Fundación Centro Persona y Justicia
Jerez del Marquesado (Granada) España
Para conocer una versión más amplia de este artículo se puede encontrar en la página web de nuestra Fundación (www.centropersonayjusticia.es)
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