"Nuestros voluntarios y trabajadores están dando el 100% de su compromiso en esta emergencia" Luis Hernández Vozmediano: "Cáritas quiere ser expresión del amor de Dios extendido a través de una red de atención cristiana"
"Tampoco tenemos que olvidarnos de la solidaridad de particulares, grupos y empresas, que desinteresadamente colaboran con nosotros, con donativos o campañas de recogida de bienes y alimentos con los que estamos dando respuesta a las peticiones de ayuda que siguen siendo muy altas"
"Nos preocupan los próximos meses en los que va a haber muchas necesidades en las personas que más están sufriendo esta crisis, que desean y necesitan encontrar un trabajo, mantener sus viviendas y poder vivir de forma autónoma"
"Todo lo que ayude a luchar contra el desprecio a las personas es bienvenido", dice el director diocesano de Cáritas Madrid, Luis Hernández Vozmediano. En esta entrevista, reconoce el acierto de la nueva ley, que persigue la aporofobia, y realiza una síntesis del trabajo de Cáritas Madrid, atendiendo a los afectados por esta emergencia sanitaria, social y económica en la capital.
Un corpus en plena pandemia... ¿Cómo vivir la caridad en medio de una crisis de estas características?
La festividad del Corpus Christi recuerda la presencia viva de Cristo en la Eucaristía, una presencia real que es entrega. La familia de Cáritas Diocesana de Madrid vivimos este Corpus tan especial desde esa entrega a la que nos llama El Señor y desde el compromiso que tenemos con las personas que necesitan ayuda, a través de 456 Cáritas Parroquiales, 21 Obras Sociales Diocesanas y 409 Proyectos y Servicios en la archidiócesis de Madrid.
Cáritas quiere ser expresión del amor de Dios extendido a través de una red de atención cristiana hacia las personas que están en situación de necesidad. Y en esa labor es en la que estamos. Esta crisis nos llama a todos y en concreto a nosotros, como Cáritas, a entregarnos, a estar junto a los que lo están pasando mal y tratar de darles respuesta juntos, de la mano, sin que nadie se quede atrás. Por eso hemos elegido como lema de la Campaña de Corpus Christi, Día de Caridad: “Es momento de aunar esfuerzos”, porque creemos que es necesario el compromiso de todos para afrontar esta situación que no tiene precedentes.
Las peticiones a Cáritas se han multiplicado en estas semanas. ¿Cómo se afronta esta realidad?
La afrontamos gracias al trabajo y esfuerzo de las personas voluntarias y contratadas de Cáritas Madrid que desde el mes de marzo están dando el 100% de su compromiso, volcándose con las personas necesitadas. Solo en estos meses de crisis hemos sumado más de 3.000 nuevas personas voluntarias, que han respondido con enorme generosidad a la llamada a hacer voluntariado que hicimos con motivo del estado de alarma. Tampoco tenemos que olvidarnos de la solidaridad de particulares, grupos y empresas, que desinteresadamente colaboran con nosotros, con donativos o campañas de recogida de bienes y alimentos con los que estamos dando respuesta a las peticiones de ayuda que siguen siendo muy altas, la mayoría además provienen de familias que nunca hasta ahora habían recurrido a nosotros.
¿Se da abasto? ¿Cómo está reaccionando la ciudadanía?
Hemos modificado gran parte de nuestra actuación para centrarnos en responder a las solicitudes de ayuda que van surgiendo. Seguimos atendiendo a las necesidades básicas, como la alimentación, pero también es tiempo de profundizar en las necesidades más estructurales de las familias y darles las herramientas necesarias para su recuperación. Nos preocupan los próximos meses en los que va a haber muchas necesidades en las personas que más están sufriendo esta crisis, que desean y necesitan encontrar un trabajo, mantener sus viviendas y poder vivir de forma autónoma. Las magnitudes macroeconómicas que se prevén son escalofriantes y nos tememos que muchas de las 900.000 personas que se encontraban en situación de integración social precaria antes de la crisis en nuestra Comunidad, según datos del VIII informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en Madrid, se encuentren ahora, después de la crisis, en exclusión.
Contamos además con mucha ayuda. En los peores momentos es cuando aparece el lado más solidario de las personas y nosotros estamos siendo testigos de esto. Aún nos queda mucho camino por recorrer pero, gracias a Dios, los madrileños son muy generosos. Las necesidades son enormes pero la solidaridad también lo está siendo.
¿Qué piden a las autoridades? ¿Y a la Iglesia?
A las autoridades sobre todo les pedimos liderazgo, cohesión, acuerdos, que trabajemos todos juntos, de forma coordinada, para que nadie se quede atrás y todos salgamos juntos de esta crisis que ha venido sin avisar a nadie y está haciendo mucho daño, especialmente a la parte más vulnerable de la sociedad.
A la Iglesia, en primer lugar le damos las gracias, en especial al papa Francisco por transmitirnos su sensibilidad y cuidado hacia las personas que están en peor situación, y también a la Conferencia Episcopal Española, representada por su presidente y vicepresidente, cardenales Omella y Osoro, por sus mensajes continuos, su apoyo y su orientación de la Iglesia en favor de los más vulnerables, y les pediría que siguieran animándonos y rezando por todos.
El Gobierno acaba de anunciar que la aporofobia entrará dentro del Código Penal. ¿Qué le parece?
"A las autoridades sobre todo les pedimos liderazgo, cohesión, acuerdos"
Desde hace tres años, toda la Iglesia, a petición del Papa, celebramos una jornada especial dedicada a los pobres cuyo objetivo es dignificar a las personas en situación de pobreza y conseguir que la sociedad reaccione ante la “cultura del descarte” que, como bien ha denunciado en más de una ocasión Francisco, se ha instalado en nuestra sociedad. Todo lo que ayude a luchar contra el desprecio a las personas es bienvenido, por lo tanto, suscribo lo que ha dicho nuestro arzobispo: “las medidas para apoyar y proteger a los más vulnerables son una buena noticia”.
¿Cómo saldremos de esta como sociedad, y como Iglesia? ¿Mejores, peores, iguales...?
Esperamos salir unidos, y en eso ya estamos trabajando. Nuestro cardenal, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha creado cinco grupos de trabajo, siguiendo las directrices del Papa Francisco, para pensar y coordinar la reconstrucción tras esta crisis sanitaria, económica y social. Yo mismo coordino el grupo de “Atención a la emergencia y nuevas necesidades emergentes” en el que están presentes varias entidades eclesiales para a analizar y buscar respuestas eficaces y adecuadas de modo que nadie se quede atrás.