Presentación de ‘Donde habita el olvido’, el nuevo informe Frontera Sur 2022 El SJM denuncia el "uso desproporcionado de la fuerza" en Melilla por la policía española y la marroquí
Los dispositivos de control fronterizo en las vallas, aguas cercanas a Melilla y en plazas menores de soberanía impiden que pidan protección internacional en España quienes no tienen medio de hacerlo en la oficina de asilo en las dependencias policiales de Beni Enzar
Casos observados de cerca por el equipo de SJM en Melilla fuerzan a seguir denunciando las situaciones de violencia vividas en la frontera, con resultados trágicos como los sucedidos el pasado 24 de junio, con la muerte de al menos 23 personas y la desaparición de más de 70
Además, SJM continúa denunciando las vulneraciones de derechos en frontera, como son las devoluciones sumarias, debido a la falta de garantías para quienes tienen necesidades de protección, el creciente uso y abuso de la violencia en las operaciones policiales y el carácter lesivo de los obstáculos fronterizos
Además, SJM continúa denunciando las vulneraciones de derechos en frontera, como son las devoluciones sumarias, debido a la falta de garantías para quienes tienen necesidades de protección, el creciente uso y abuso de la violencia en las operaciones policiales y el carácter lesivo de los obstáculos fronterizos
| Servicio Jesuita a Migrantes
El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) ha presentado su informe Frontera Sur 2022, que lleva por título ‘Donde habita el olvido’, en un acto que ha tenido lugar desde 12 de diciembre en la sede del Consejo General de la Abogacía Española en Madrid. Las cuestiones que aborda esta publicación tienen relación con el olvido del Derecho y de los derechos humanos que acontece en Melilla, no porque sea el único sitio donde sucede, sino porque allí trabaja un equipo del SJM.
Todos los dispositivos de control fronterizo en las vallas, las aguas cercanas a Melilla y en las plazas menores de soberanía tienen por objeto impedir que las personas con necesidades de protección internacional no puedan ejercer el derecho a solicitarla, ya que en la práctica no tienen forma de hacerlo en la oficina de asilo de Beni Enzar. A pesar de lo establecido por la Ley 12/2009, reguladora del derecho de asilo y de protección subsidiaria, se observa una realidad contradictoria: es casi imposible acceder a las oficinas de asilo en las dependencias policiales de los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla.
Devoluciones sumarias
SJM ha documentado casos de devoluciones sumarias de personas que habían sufrido lesiones en los intentos de entrada. Se denuncia también la aplicación indebida de la disposición adicional décima de la LO 4/2000 a las personas interceptadas en las aguas contiguas a Melilla o detenidas en territorio español dentro de plazas menores de soberanía. La mayoría de los casos documentados por SJM se repiten reiteradamente y son en su mayoría adultos rechazados en frontera, habiendo sufrido lesiones en el intento de entrada, y menores.
La devolución sumaria desde cualquiera de las plazas menores de soberanía española no encaja en la figura del rechazo en frontera regulado. El ámbito geográfico de la norma se limita a la línea fronteriza de la demarcación territorial de Ceuta y Melilla. Por otro lado, cada vez más abundan los casos con perfil de protección internacional. Un ejemplo notorio es el caso de la población yemení: se ven forzados a buscar procedimientos alternativos para alcanzar territorio español y solicitar protección internacional.
Impedir a toda costa el cruce de fronteras
El objetivo político de impedir a toda costa los cruces de la frontera fuera de los puestos habilitados se traduce en el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las Fuerzas de Seguridad españolas y marroquíes, provocando situaciones como del 24 de junio de 2022, cuando perdieron la vida al menos 23 personas y más de 70 continúan desaparecidas. Es sumamente preocupante que el ministro del Interior criminalice a migrantes y solicitantes de protección para justificar este tipo de actuaciones. La gravedad de los hechos requiere una investigación pormenorizada y medidas que prevengan futuras tragedias, garantizando los derechos humanos en la frontera.
Los 470 rechazos en frontera practicados el 24J no cumplieron las previsiones legales nacionales e internacionales de protección internacional y garantía de otros derechos humanos. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tenían la responsabilidad de evitar la tragedia, abriendo las puertas si era preciso; y, producida la avalancha, atender a los heridos. Sin embargo, declaran que no se realizó en jurisdicción española.
A partir del 24J, el Defensor del Pueblo recomienda que se revisen los protocolos de actuación conjunta entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad españolas y marroquíes para adaptarlos al objetivo #23 del Pacto Mundial de las Migraciones, donde se establece la necesidad de gestionar las fronteras de manera integrada, segura y coordinada.
Evitar la arbitrariedad
Es preciso reforzar el enfoque de defensa de derechos humanos y evitar la arbitrariedad para garantizar el derecho a la integridad física y moral, sin que nadie pueda ser sometido a malos tratos, tratos inhumanos o degradantes. Además, se debe impedir cualquier práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o moral por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como dictar órdenes oportunas para que sus miembros estén siempre debidamente identificados.
Quien ha entrado en Melilla eludiendo la devolución sumaria puede solicitar protección internacional. Pero muchas veces se encuentra con vicios en la tramitación: abuso del procedimiento en frontera, entrevistas someras, defectos en la asistencia letrada y en la interpretación, transcurso de un mes sin resolver sobre la admisión a trámite…
La mayor parte de las personas con las que ha trabajado nuestro equipo en Melilla moran en el CETI (cuando no se encuentra sobreocupado), otros en la calle o en infraviviendas; los menores de edad en centros de protección para menores… El tiempo transcurrido en Melilla, por ejemplo en las pobres condiciones del CETI, implica la falta de acceso al sistema de acogida propiamente dicho. Hay algunos problemas que merecen atención particular y que se analizan con detalle en el informe: las privaciones de libertad sin base legal bajo capa de cuarentena, los casos de asistencia sanitaria deficiente, la inadecuación del CETI para personas con perfiles de vulnerabilidad o la aplicación de un derecho sancionador sui generis.
Mirar al otro lado de la frontera
Al extender la mirada desde Melilla más allá, hacia Marruecos y, más acá, hacia la Península, se afianza la impresión de lidiar con una frontera que extiende la tierra de nadie hacia fuera y hacia dentro: algo incompatible con el espacio de libertad, seguridad y justicia, salvo que se consienta la trampa de negar la dignidad y derechos de algunas personas.
Este informe, basado en el trabajo del equipo de SJM en Melilla, no puede dejar de mirar al otro lado de la frontera. Principalmente, pensamos en las personas migrantes que permanecen en la ciudad de Nador y en campamentos escondidos en el monte Gurugú y otros, las Chafarinas o alguna otra plaza menor de soberanía. Con el correr de los años, el equipo del SJM ha mantenido contacto con personas que habían acudido a la oficina de Melilla. Pasados los años, y enfrentándose a numerosos obstáculos, muchos han logrado cruzar del todo la frontera. Pero no todos. En el informe Frontera Sur 2022 se presentan historias dolorosas que merecen ser contadas, para que no habiten en el olvido.