El cardenal bajó a las alcantarillas para restablecer la electricidad en un edificio romano Salvini, al limosnero: "Pague los 300.000 euros". La respuesta de Krajewski: "Me hago responsable"
Al anochecer, el purpurado accedió a la sala de contadores, precintados por las autoridades, y reactivó la corriente eléctrica, asumiendo la responsabilidad ante la Policía y la compañía distribuidora, ACEA
En el edificio viven 450 personas, entre ellos un centenar de niños
| Jesús Bastante /Agencias
"He cometido un gesto desesperado, pero la gente estaba sin luz, agua, nevera: 450 hermanos en una situación tan difícil, entre ellos, un centenar de niños. Yo asumo la responsabilidad, en nombre de la Santa Sede". El limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, explicaba así su decisión de volver a dar la luz en un edificio público ocupado de Roma, al que la empresa había quitado la electricidad por no pagar las facturas.
"Fui informado de una grave situación que sufren sobre todo muchos pequeños. Como limosnero del Papa sentí el deber de cumplir un gesto humanitario, reactivando personalmente la corriente eléctrica", apuntó el limosnero.
Una decisión que fue duramente criticada por el ministro del Interior italiano, Mateo Salvini, quien retó al limosnero a hacer frente a los impagos.
“Cuento con que el limosnero del Papa, que ha reactivado la corriente de un edificio ocupado en Roma, pague los 300.000 euros de facturas atrasadas”, apuntó Salvini durante un mitin en Bra.
“Sobre derechos y deberes, creo que todos ustedes pagan las facturas con sacrificio… Si alguien es capaz de pagar los recibos de millones de italianos con problemas económicos, me hace feliz”
añadió, con sarcasmo, en alusión al cardenal polaco.
Asumo la responsabilidad
Sin embargo, Krajewski ha recogido el guante. “Asumo la responsabilidad”, apuntó a Il Corriere.
El inmueble se encuentra en la Via Sant Croce in Gerusalemm, cerca de San Juan de Letrán. Desde el pasado 6 de mayo, se encontraban sin luz ni agua caliente. Los inquilinos llevaban varios días manifestándose, hasta que solicitaron ayuda al limosnero papal
Krajewsi acudió el sábado a dar algunos regalos a los niños y se comprometió a que, si el sábado por la noche no había regresado la luz, él la reactivaría. Dicho y hecho. Al anochecer, el purpurado accedió a la sala de contadores, precintados por las autoridades, y reactivó la corriente eléctrica, asumiendo la responsabilidad ante la Policía y la compañía distribuidora, ACEA. Los obreros dejaron el edificio como estaba.
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