En compañía del Padre Ángel, "destacó la labor de la Iglesia de San Antón y de Mensajeros de la Paz" El cardenal Cobo preside la misa de la VIII Jornada Mundial de los Pobres en San Antón
El cardenal arzobispo de Madrid destacó la labor de la Iglesia de San Antón y de Mensajeros de la Paz, señalando que los pobres son "catequistas" que enseñan a vivir desde la providencia de Dios y a valorar las cosas verdaderamente importantes. “La riqueza no está en las cuentas corrientes, sino en la amistad, en la alegría de compartir y en la esperanza”, enfatizó
El cardenal Cobo concluyó animando a todos a abrir los ojos y descubrir los signos de cambio que ya están presentes en la comunidad, recordando que "aunque algunos quieren que sigamos en el antiguo mundo, tenemos a Dios de nuestra parte para construir algo nuevo"
| Mensajeros de la Paz
El Padre Ángel, encargado de la gestión de la Iglesia de San Antón, junto con los sacerdotes de la parroquia, voluntarios y trabajadores de Mensajeros de la Paz, recibió emocionado al cardenal arzobispo de Madrid, don José Cobo, quien presidió esta mañana una misa especial con motivo de la VIII Jornada Mundial de los Pobres.
Bajo el lema “La oración del pobre sube hasta Dios” (Sirácida 21,5), el cardenal compartió una homilía cargada de esperanza, invitando a los asistentes a reconocer los “brotes” de un mundo nuevo que están surgiendo, incluso en medio de las dificultades.
“Hoy se nos dice que cuando vemos brotes bonitos, al final Dios tiene la razón”, afirmó el cardenal. “A los que queremos expulsar la injusticia, este evangelio nos llena de alegría, porque sabemos que la insensatez y la injusticia no ganarán. Dios aparece dando la razón a quienes confían en Él y abren los ojos para reconocer lo nuevo que está brotando”.
El cardenal arzobispo de Madrid destacó la labor de la Iglesia de San Antón y de Mensajeros de la Paz, señalando que los pobres son "catequistas" que enseñan a vivir desde la providencia de Dios y a valorar las cosas verdaderamente importantes. “La riqueza no está en las cuentas corrientes, sino en la amistad, en la alegría de compartir y en la esperanza”, enfatizó.
Dirigiéndose a los asistentes, recordó que, aunque no sabemos el día ni la hora, sí podemos reconocer cómo será el "día de la verdad": un momento en el que cada uno se presentará tal y como es, y donde la justicia prevalecerá. En sus palabras, subrayó que es necesario empujar desde ahora hacia esa justicia para todos, construyendo un mundo donde el valor de la vida no dependa de méritos o posesiones, sino del amor y la solidaridad compartida.
Tras la misa se celebró un almuerzo solidario, organizado para las personas en situación de vulnerabilidad que frecuentan la iglesia. Este gesto de fraternidad y acogida, ya tradicional en San Antón, simbolizó el mensaje de la jornada: reconocer a los pobres como parte esencial de la comunidad y aprender de su testimonio de fe y resiliencia.
El cardenal Cobo concluyó animando a todos a abrir los ojos y descubrir los signos de cambio que ya están presentes en la comunidad, recordando que "aunque algunos quieren que sigamos en el antiguo mundo, tenemos a Dios de nuestra parte para construir algo nuevo".