RD visita la sede de Cáritas interparroquial de la localidad de Blanes, Girona, en vísperas de Navidad Turrones, barquillos y aperitivos: así preparan los voluntarios de Càritas los lotes navideños
Un grupo de más de veinte voluntarios de edades y condiciones diversas trabaja intensamente y en cadena completando las bolsas, que esta vez incorporan turrones, barquillos y aperitivos diversos con motivo de las fiestas navideñas
Quien se encarga de que no falte de nada es el director, Jaume Sagrera, el vecino de Blanes que hace 40 años fundó Càritas interparroquial junto a tres voluntarias más
Cada lote lleva una pequeña hoja de papel autoadhesivo que tiene escrito un número entre el 1 y el 9. La cifra indica la cantidad de personas en cada una de las familias destinatarias. El 1 es el número que más veces se repite. Y esto es así porque entre los usuarios de la Cáritas interparroquial de Blanes, Girona, lo que más hay son personas que viven solas.
Son cerca de las 4 de la tarde del martes 22 de diciembre y Susi, una veterana voluntaria, transporta los lotes de tres en tres en un carro de la compra y los acumula cuidadosamente para que al día siguiente puedan ser distribuidos con la máxima celeridad entre las 560 familias que se acercarán a la entidad a recoger los alimentos que llenarán su despensa en Navidad.
Un grupo de más de veinte voluntarios de edades y condiciones diversas trabaja intensamente y en cadena completando las bolsas, que en esta ocasión incorporan, de manera excepcional, turrones, barquillos y aperitivos diversos con motivo de las fiestas. Quien se encarga de que no falte de nada y a quien todos interpelan constantemente es el director, Jaume Sagrera, el vecino de Blanes que hace 40 años fundó Càritas interparroquial junto a tres compañeras.
Explica Jaume que días atrás vino un colaborador a hacer, como cada año, un generoso donativo. “Es la cantidad que este amigo suele donar siempre, aunque en 2020, debido a la pandemia, tuvo que reducir la cifra a la mitad”, confiesa Jaume. Las donaciones de particulares, monetarias o en especies, constituyen el grueso principal de los ingresos que hacen posible el funcionamiento de Càritas en su tarea de restablecer la justicia social y garantizar los derechos básicos de las personas a través de sus diferentes programas.
Empleado fabril retirado prematuramente hace un cuarto de siglo, Jaume Sagrera ha dedicado la mayor parte de su vida al servicio al prójimo; y lo ha hecho desde la política y la sociedad civil. En la actualidad, además de director de Càritas, es presidente de la Agrupación Pesebrista de la localidad, entidad que en estos días organiza el concurso de pesebres dirigido a los niños y niñas de Blanes.
Vital e inquieto, Jaume se define como un “cristiano social” que no sabe “ni rezar el rosario”, pero en cambio sabe muy bien lo importante que es tratar con la máxima amabilidad a quienes llegan a Càritas en busca de ayuda. Algunos de ellos se han convertido con los años en fieles colaboradores de la entidad.
Hora y media después del inicio de la actividad, los montones de lotes han crecido a un ritmo imparable. Incombustible, Susi sigue depositando bolsas en los diferentes espacios disponibles. Lleva un vendaje en el pie debido a un hematoma que le provoca una visible cojera. Es consciente de que debería estar haciendo reposo, pero para ella es más importante poder estar aquí. “Una vez, cuando mi hija tenía 1 año, vine a pedir ayuda, Luego pregunté a Jaume cómo podía devolver lo que había recibido y me invitó a venir como voluntaria”, detalla.
Susi da explicaciones a otro voluntario sobre el lugar donde se colocarán las bolsas de los usuarios musulmanes, que son distintas básicamente porque quienes profesan la fe islámica no comen nada que contenga cerdo. Càritas no hace distinciones de nacionalidad, raza o religión. Su objetivo es asegurar que, en esta Navidad y siempre, la dignidad y la esperanza estén presentes en el mayor número de portales posible.