Tras dos semanas de lucha contra la infección Arquidiócesis de Puebla lamenta primeros casos de sacerdotes víctimas de coronavirus
En marzo, arzobispo dictó medidas de distanciamiento y suspensión de culto público.
| Centro Católico Multimedial / Unidad de investigación
Tras tres semanas de medidas estrictas en las que se ha previsto la reducción de actividades y de confinamiento en casa en México, existe la evidencia de un aumento drástico de contagios por los que ya la enfermedad sería transmitida persona a persona. Entre las restricciones, están el cierre de culto público a los largo y ancho de la República, aunque los templos pueden seguir abiertos a la oración siempre y cuando sean observadas las medidas de seguridad.
No obstante, la Iglesia católica de México y particularmente de la arquidiócesis de Puebla, lamentaron este miércoles la muerte de dos sacerdotes a consecuencia del coronavirus. En una escueto comunicado, el arzobispado poblano, apacentado por Mons. Víctor Sánchez Espinosa, informó del fallecimiento esta madrugada de miércoles de José Guadalupe Sanguino Fuentes y de Valentín Ramírez Tlaque internados desde hace más de dos semanas por coronavirus.
De acuerdo con el directorio eclesiástico nacional, el padre José Guadalupe Sanguino Fuentes nació el 4 de febrero de 1932 y fue ordenado el 18 de octubre de 1959. Era canónigo del cabildo metropolitano poblano y estaba activo en su ministerio pastoral en la capital poblana.
El Pbro. Valentín Ramírez Tlahque nació el 22 de octubre de 1951 y fue consagrado sacerdote el 23 de abril de 1978. La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Coronango, Puebla, lamentó la muerte de quien fue uno de sus párrocos. A través de las redes sociales, informó que el sacerdote habría fallecido a las 8:30 de este miércoles 15 de abril, implorando oraciones por su descanso eterno.
El 18 de marzo de 2020, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa dirigió la circular 09/20 dirigido a “todos los sacerdotes a la Iglesia arquidiocesana donde estableció medidas de distanciamiento y de suspensión del culto público vigentes desde el 23 de marzo. En esa circular, el prelado pide oraciones por las personas que ya han sido afectadas por este virus y por los que han fallecido a causa de él y rogamos al Padre, por la intercesión maternal de Santa María de Guadalupe, para que se encuentre una medida eficaz. De corazón les envío mi bendición de padre y pastor”.
Posteriormente, la Conferencia del Episcopado Mexicano externó sus condolencias al arzobispo de Puebla extendiendo también su solidaridad hacia quienes "han perdido a un ser querido en esta contingencia, incluidos los médicos y enfermeras, así como todos los asistentes sanitarios, policías y demás personas, que han fallecido en el cumplimiento de su deber. Por todos ellos elevamos nuestra oración y expresamos nuestra solidaridad con sus familias".
Descansen en paz.