Los participantes se solidarizaron con los afectados por la dana que asoló Valencia La XIX Jornada Sant Jordi apuesta por la gratuidad y la alegría para superar el materialismo
La XIX Jornada Sant Jordi, que se ha celebrado en Barcelona el 16 de noviembre, se ha iniciado con una plegaria a cargo de Peio Sanchez, fundador del Hospital de Campaña de Santa Anna, y la bienvenida e inauguración posterior de Pere Fàbregues, presidente del Grup Sant Jordi y del cardenal Lluís Martínez Sistach
| Grup Sant Jordi
La XIX Jornada Sant Jordi, que se ha celebrado en Barcelona el 16 de noviembre, se ha iniciado con una plegaria a cargo de Peio Sanchez, fundador del Hospital de Campaña de Santa Anna, y la bienvenida e inauguración posterior de Pere Fàbregues, presidente del Grup Sant Jordi y del cardenal Lluís Martínez Sistach.
Pere Fàbregues ha destacado los orígenes del Grup Sant Jordi inspirados en el enraizamiento en la Joan Carrera con el objecto principal de promover y difundir el pensamienteo del que fuera obispo auxiliar de Barcelona.
El cardenal Martínez Sistach, por su parte, destacó que la Jornada es muy necesaria porque nos ayuda a profundizar sobre la Iglesia, nosotros mismos y lo que hacemos. Esta es una forma concreta de poner en práctica el Sínodo. También subrayó Sistach que el papa Francisco se ha referido repetidamente a la necesidad de vencer el clericalismo, para que su reforma se pueda llevar a cabo.
Estaba prevista, como en años anteriores, la presencia de un grupo de cristianos de Algemesí, a los cuales les ha sido imposible desplazarse. En nombre de ellos y de los miembros del Grup Cristià del Dissabte tomó la palabra su responsable, el sacerdote Vicent Francesc Estarlich, quien comenzó su intervención con palabras de agradecimiento por el apoyo recibido. Después denunció la situación en la que se encuentra el País Valenciano no solo a causa de la DANA sino también por un conjunto de malas gestiones que no hicieron caso de los planes de desviación, han seguido construyendo en terrenos inundables y han provocado que, una vez más, los barrios más pobres y obreros sean los más damnificados. A causa de unos políticos ineptos, enzarzados en sus batallitas, sin dotes de gobierno, el pueblo valenciano se encontró abandonado y a la vez salvado por los más jóvenes que no han dejado de participar en las tareras de limpieza y restauración. A los jóvenes les debemos el lema “al pueblo le salva el pueblo”. Lo que vence la desolación y el paisaje dantesco es la solidaridad y la esperanza. Son jóvenes que no van a misa pero que hoy están practicando el evangelio. Vicent Francesc Estarlich acabó su intervención diciendo “Saldremos de ésta, a pesar de los políticos”.
Carles Armengol, del Grup Sant Jordi, ha destacado la motivación de la Jornada, centrada en la alegría y la gratuidad. Ha hecho referencia a la presentación de la Jornada escrita por el filósofo Josep Maria Esquirol, del Grup Sant Jordi, y al mismo papa Francisco, quien no deja insistir nunca en la alegría como símbolo y signo distintivo del cristiano.
Gratuidad y alegría, expresión del vivir
Éste era el título de la conferencia de Claustre Solé, religiosa de la Compañía de María i teóloga biblista de la Facultad de Teología de Catalunya y del Institut Superior de Ciències Religioses de Barcelona.
Después de una introducción sobre los términos que desde el Antiguo Testamento se refieren a la gratuidad para mostrar que ésta forma parte del ADN de Dios y de su amor, Claustre Solé ha conducido su reflexión a la clave del misterio relacional entre Dios y su pueblo: la gratuidad del amor.
A continuación, se centró en el profeta Osés, en la manera cómo la Escritura se refiere al amor entrañable y gratuito de Dios con diversas metáforas. Amar gratuitamante es amar al otro sin encontrar ningún motivo para hacerlo. Igual que el amor gratuito de Dios por su pueblo.
El sentido de la alegría, de la fiesta, se nos muestra en el libro de Cohèlet, que es un lugar teológico. El Reino de Dios es un banquetes solemne y en el cual es recriminada aquella persona que no lleva el vestido de fiesta. Juan nos habla de alegría que el mundo no puede dar y que nadie nos podrá quitar.
De aquí, pues, que el cristianismo fuera una explosión de alegría: quien no exulta en su ser no es cristiano. La primera comunidad cristiana, con persecuciones y exilio, es una comunidad imbuida de alegría. Hacer fiesta y celebrar la vida es dar culto a Dios, darle gracias. Santificar quiere decir reconocer aquello que es santo.
Año sabático: institución antigua para recordar que somos pelegrinos y que la tierra es de Dios. De aquí viene el año jubilar porque toda la predicación de Jesús es un jubileo. Un jubileo que no tiene fin, un estado de gracias, una buena notcia que hace visible el sueño de Dios para la Humanidad. Esta es la batalla del papa Francisco por una iglesia más sinodal.
Alegría y gratuidad
Éste era el título de la ponencia de José Cristo Rey García, claretiano y doctr en teología. En una sociedad obsesionada por el valor monetario y el narcisismo hace falta plantear como contrapuesta la alegría y la gratuidad.. Tres escenarios a plantear: la alegría transformadora, el poder de la gratitud y el escenario de la Providencia..
Alegria: en una sociedad con una depresión que supera todas las anteriores, es imprescindible hacer de alegría una arma muy poderosa. Francisco ha querido hacer de la alegría una de sus constantes. La alegría es profunda y paradójica. Quien la transmite desde su interior transforma todo. Si no vivimos alegres es porque estamos ciegos y encerrados en nuestra propia intimidad. La alegría no evita el sufrimiento, pero sí que lo transforma. La paradoja es que, a pesar de todo, hay que ser testimonios de la alegría. La verdadera alegría viene como un regalo, no se compra ni se fabrica. La alegría no es solitaria: tiene el poder de convocar y de crear comunidad.
La gracia y el don:entendemos la gracia no solo como una calidad, sino como una forma de ser y relacionarse. La resurrección lo ha cambiado todo, una belleza extraña ha aparecido. Es necesario reaprenderlo todo, como ancianos sobrepasados por lo nuevo. La gracia no es una cosa que se posee, es una forma de ser, una forma de estar conectado.
Con JL Marion, que repensó la fenomenología, conocemos lo que él denomina “fenómeno saturado". Hay que ver el mundo como algo que se nos da, se nos revela, como un regalo. Esto sucede en la experiencia artísitica o en un acontecimiento histórico trascendental (huida de Egipto). La humanidad siente que se la un regalo y no lo ha conseguido con sus propias manos. El fenómeno saturado es lo que provoca que se me de demasiado, como el enamoramiento, uno no sabe qué hay detrás; ¿cómo puede ser que se me de tanto? El fenómeno saturado es absoluto, indescriptible con palabras, escapa a toda analogía, la experiencia de lo sagrado y lo divino se nos presenta como un fenómeno saturado. Los sacramentos son todos ellos experiencias saturadas.
José Cristo Rey citó a Simone Weil, para subrayar que la gratidad nace de reconocimento de las necesidades del otro.
Providencia y sostenibilidad: Dios hizo la creación, el cosmos, sin mí, pero no la salvará sin nosotros. Dios es providente, pero cuenta con nosotros. Dios es el actor presente, no creó el mundo y marchó, sino que sigue estando presente.
Diálogo
La Jornada ha concluido con un profundo y rico diálogo entre los ponentes y los asistentes, conducido por el recién nombrado presidente de Càritas Catalunya Salvador Busquets.
Entre otras reflexiones e intervenciones, se ha destacado que sin considerar el Cristo alegre no podemos afrontar el sufrimiento. Jesús dio sentido al sufrimiento inevitable, pero no lo buscó nunca. Cuando has sentido Dios dentro de ti eres capaz de bailar incluso en el mismo infierno. Algunos prisioneros de de Auswitch iban bailando hacia los hornos crematorios.
Nos perdemos una parte muy importante de la experiencia religiosa si olvidamos, como hacemos a menudo, los elementos de la fiesta y de alegría expuestos en las dos conferencias.
Clausura del obispo David Abadías
El obispo auxiliar de Barcelona, David Abadías, pronunció unas palabras de clausura de la XIX Jornada Sant Jordi, en las que animó a los asistentes a celebrar esta iniciativa, para difundir el Amor que hemos conocido los cristianos y por el cual vale la pena dar la vida.
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