El cura Guillem Feliu se quita la vida ¿Suicidio de un sacerdote en Mallorca?: consternación entre la feligresía
"Si es porque le acusaron de abusos de menores, y era verdad, es un drama incalificable. Si no era verdad, el drama es mucho mayor"
"La denuncia ha provenido del mismo ámbito diocesano y el sacerdote no ha podido soportar la situación hasta quitarse la vida en su domicilio de Llubi el pasado jueves"
"Es necesario preguntarnos si la formación en nuestros seminarios es la adecuada o está aquejada de lagunas importantes"
"Es necesario preguntarnos si la formación en nuestros seminarios es la adecuada o está aquejada de lagunas importantes"
Acabo de enterarme de la noticia, publicada por el Diario de Mallorca, y estoy desolado. En Mallorca un sacerdote de mi edad, 64 años, acaba de quitarse la vida en su propio domicilio. Nada puede haber tan dramático. Si es porque le acusaron de abusos de menores, y era verdad, es un drama incalificable. Si no era verdad, el drama es mucho mayor. En cualquier caso el suicidio de alguien es sumamente estremecedor, mucho más si se trata de un sacerdote que, se supone, tiene asumidos unos valores y la misión de amar y defender la vida como el mayor de los regalos divinos. Ha sido un drama, se mire como se mire.
Que a un sacerdote pederasta hay que aplicarle con rigor todo el peso de la ley es indiscutible. Que si alguien lo encubre participa del mismo delito es evidente, pero que hay que presumir siempre el derecho de la inocencia es lo justo. Y aquí muchos se preguntan si se ha seguido un protocolo adecuado y si se hablado con el acusado lo suficiente para aclarar dudas y al menos escucharlo. Su nombre, no quiero olvidarlo es: Guillem Feliu.
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La denuncia ha provenido del mismo ámbito diocesano y el sacerdote no ha podido soportar la situación hasta quitarse la vida en su domicilio de Llubi el pasado jueves. Este sacerdote mantenía una relación muy cercana con el actual obispo, Taltavull y ha ejercido pastoralmente en muchos lugares: Felanitx, Sencelles, Son Serra de Marina, Santa María, Cris Rei de Inca, Establiments, Consell, Binissalem y Sineu, donde según parece era muy apreciado y muy popular por su cercanía y su implicación en la realidad cotidiana de la gente.
Por eso esta trágica noticia ha producido una profunda consternación entre los fieles. El obispado lleva este asunto con mucho hermetismo, según afirman los medios locales. Y todo esto nos lleva, sin duda, a una reflexión más allá de lo ocurrido. Es necesario preguntarnos si la formación en nuestros seminarios es la adecuada o está aquejada de lagunas importantes. ¿Hay un acompañamiento psicológico suficiente?
Desde mi experiencia como formador de seminaristas he de decir que me ha ayudado mucho ser licenciado en Psicología. Creo que, sin duda, fue èsta una de las razones más importantes para que mi Superior Mayor de entonces, me escogiera para esta misión. Pero no solamente es necesaria la Psicología en la formación de un futuro sacerdote, es importante una formación en el diálogo, en la gratuidad, en la empatía, en la virtud, que eviten ese clericalismo rancio que parece cuajarse ya en el mismo seminario y que el Papa Francisco está denunciando como uno de los mayores males de la Iglesia.
San Juan Pablo II decía a los seminaristas: "El secreto de vuestra formación humana, espiritual, intelectual y pastoral es la configuración con Cristo. El sacerdote es otro Cristo" Con esta afirmación san Juan Pablo II estaba señalando ya las dimensiones que no pueden faltar en este proceso de acompañamiento a los seminaristas: Humana, espiritual, intelectual y pastoral.
Y me atrevo a decir, aunque a algunos les parezca un poco extraño, que de todas ellas la dimensión humana es la más importante. Porque solo desde una dimensión humana fuerte y equilibrada se puede construir una dimensión espiritual y pastoral sostenibles. No en vano Dios se encarnó y se hizo hombre antes de nada. No en vano. Si nos falla la dimensión humana se nos cae abajo todo el tinglado.
El suicidio de un sacerdote no puede ser una noticia más en el seno de la Iglesia, debe ser un aldabonazo en las conciencias de todos para que pensemos lo importante que es la formación en los seminarios y la figura de los formadores. No sea, y pasa, que espiritualicemos a nuestros seminaristas excesivamente y cojeen en su dimensión humana y afectiva porque será una inversión poco rentable a largo plazo que, además, nos dejará una profunda frustración en un tiempo de escasez vocacional y de confusión en la manera cómo afrontar esta pastoral. No sea que estemos echando las redes en la parte izquierda de la barca a pesar de que Él nos ha dicho "Echad las redes en la parte derecha y encontraréis". Y no se refiere como es evidente en la derecha política. Y como ésta hacemos muchas.
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