#cuaresmafeminista2025 CUARESMA: NO ME OCULTES TU ROSTRO

CUARESMA: NO ME OCULTES TU ROSTRO
CUARESMA: NO ME OCULTES TU ROSTRO

Escúchame oh Dios que te llamo

                                               No me ocultes tu rostro.

                                                                      Salmo 26

Continuamos el tiempo de Cuaresma en el que nos preparamos para el paso… La Pascua de la VIDA. Es tiempo de “buscar” … ¿Como creyentes buscamos de verdad el rostro de la Divinidad o nos contentamos con cumplir las “normas” más fáciles? ¿Queremos llegar a ese rostro oculto en nuestros pliegues o ignoramos sus llamados constantes? Tengo en mi retina grabada la imagen de Marco Rubio, Secretario de Estado de Trump, con la cruz de ceniza muy bien puesta en su frente el pasado 5 de Marzo. Quien porta esta cruz es el mismo señor que pretende echar del territorio norteamericano a todos los y las migrantes, el mismo que quiere levantar muros para excluir de su tierra a quien la necesita, el mismo que apuesta por la guerra en Gaza, el mismo que quita las ayudas solidarias que por años Estados Unidos ha ofrecido a otros países más pobres, sin preocuparse de las necesidades que deja al descubierto y cerrando la puerta a una solidaridad mínima…

No se trata de juzgar las conciencias, no soy quién para ello… pero sí me inquieta que se replique por el mundo una religión de formalismos, una religión que cumple preceptos mínimos pero no transforma prácticas y relaciones. Buscar el rostro de la Energía Divina -como nos invita el Salmo- requiere de despojos, desnudeces y sobre todo metanoias… Requiere por parte del creyente una dinámica constante de preguntarse, de avanzar, de corregirse cuando sea necesario. El evangelio nos habla de que Jesús se transfiguró y mostró su rostro a sus discípulos más cercanos… Ese ROSTRO está y es aquí: en mí, en el mundo que nos rodea y se nos mostrará de verdad cuando nos la juguemos en su búsqueda.

Esa búsqueda implica acercarnos a La Palabra, acogerla, interiorizarla y hacerla nuestra. Esa búsqueda supone transformar nuestros sentires, nuestros pensares, nuestros juicios y nuestro actuar desde esa Palabra para sintonizar con la propuesta de vida del Maestro de Galilea. En esa sintonía el rostro de Jesús y de la Divinidad llegará hasta nosotras y nosotros y nos atrapará con su Luz, con su Energía, con su Verdad. Si la Eucaristía no transforma las relaciones humanas, no estamos celebrando la cena del Señor, dice José Ignacio González Faus y eso es válido para todos nuestros acercamientos hasta un altar.

Desde prácticas nuevas la realidad se transfigurará ante nuestros ojos y veremos a Dios en el hermano y hermana vulnerables, en las necesidades, angustias y dolores que nos alcanzan cada día y en la vida que germina en entregas y cuidados por doquier en el mundo… En el nicho ambiental que nos alberga y renueva el vivir cada mañana… En el atardecer, en el camino de la luna y salida del sol…En el cariño y encuentros familiares, vecinales y en nuestras amistades… Ese rostro de Dios nos llegará en forma de demandas, de abrazos, de lloros, de sonrisas. Ese rostro de la Divinidad actuará en nosotras y nosotros en cada momento de justicia, de solidaridad y de hermandad que llevemos a cabo.

Si vivimos nuestro seguir a Cristo en las demandas diarias, tal vez no caigamos en rituales vacíos, en refugios en templos que no albergan la vida, en prácticas que imponen las costumbres sociales aunque hayan dejado hace siglos de portar un sentido real. Que estos días de búsqueda y desierto, nos ayuden a vivir en la entraña de ese Rostro.

Carmiña Navia Velasco

Cali, Marzo de 2025

 en la tercera semana de Cuaresma.

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