#advientoenclavedemujer UNA ESPERA EN CLAVE DE MUJER

UNA ESPERA EN CLAVE DE MUJER
UNA ESPERA EN CLAVE DE MUJER

"Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación."  Lc 21, 27-28.

A la mujer por mucho tiempo se le ha obligado a que espere condicionada a las decisiones masculinas, coartando su hacer.

Pero el saber esperar como ejercicio virtuoso y por decisión, implica dominio de sí misma ante las circunstancias, más aun cuando estas son adversas, ya que la espera no solo involucra una determinación sino también una oportunidad de crecimiento emocional.

Es importante notar la diferencia entre una espera consciente y una forzada. En la primera, se aceptan con conocimiento, inteligencia, lógica y realismo las oportunidades que se van forjando de manera independiente ya sean o no las deseadas. Mientras que en la segunda, se asumen con una desestabilización que ocasiona desequilibrio en la vida, que puede ocasionar graves consecuencias.

El evangelio lucano, nos muestra la actitud de María, valiente y decidida como Mujer de su tiempo dentro de su cultura. Pues vivió con la esperanza en el Mesías Salvador, rodeada de una sociedad patriarcal altamente opresiva con sus congéneres y con los más frágiles, niños, enfermos y ancianos. Más a pesar de las múltiples restricciones creyó en su Hijo y desde su estar, se convirtió en ejemplo "de espera resiliente".  Es importante recalcar que Jesús siendo hombre como cualquiera de su tiempo, menos en el pecado, aprendió de ella desde niño, lo que más tarde realizaría con plenitud con sus dos naturalezas, como VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE.

Aunque los evangelios apenas dicen unas palabras acerca de ella, en el trasfondo se nota una mujer desafiante de su entorno cultural y cercana al necesitado. Su vida transcurre en el binomio constante, CREER Y ESPERAR, las mismas acciones que cualquier mujer actual necesita emular, para ir conquistando su liberación y como consecuencia, al mismo tiempo orientar, ayudar y contagiar a otras sororamente.

Porque hay que recordar que TODOS SOMOS LLAMADOS a experimentar la liberación, pero la forma de realizarla desde la femineidad es diferente, más no por ello menos vital. Por lo que la MUJER necesita ejercer la capacidad de ESPERA  a la manera de MARÍA DE NAZARETH.

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