#adviento2023 Aquí está Jesús, salgan a recibirlo
| Luz Mery Bermeo de los Ríos
Uno de los textos bíblicos del cierre del año litúrgico es el de Mt 25, 1-13, conocido como la parábola de las diez vírgenes. En ella, se desarrolla una trama que, con toda seguridad, ya conocemos, pero ¿qué tal si hoy miramos desde otro ángulo?
Lo primero que quiero resaltar es la opción de Jesús, por los pequeños de su tiempo, aquellos por los que el mundo no apostaba, ni apuesta y que tal vez pueden estar representados en las llamadas necias, pero apoyada en San Pablo, les voy a dar una manito, recordando que: Dios ha elegido a lo necio del mundo para humillar a los sabios, Dios ha elegido a los débiles del mundo para humillar a los fuertes. 1 Cor 1, 27.
Con este hermoso versículo, paso a lo que podemos llamar el nudo de la parábola en Mt 25, 8-9: Las necias pidieron a las prudentes: ¿Pueden darnos un poco de aceite?, porque se nos apagan las lámparas. Contestaron las prudentes: No, porque seguramente no alcanzará para todas; es mejor que vayan a comprarlo a la tienda.
La verdad, me guardo las palabras ante esta respuesta, pero como estamos en Adviento y es tiempo de compartir, solo quiero citar dos ejemplos del A. T. para que las prudentes de ayer y de hoy, comprendan que cuando uno da con amor y generosidad, hay para todos y sobra:
- 1 Re 17, 1ss: Elías le dijo: No temas, Ve a hacer lo que dices, pero primero prepárame a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así dice el Señor, Dios de Israel: el cántaro de harina no se vaciará, la aceitera de aceite do se agotará.
- 2 Re 4, 1ss: ¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Respondió ella: Todo lo que tu servidora tiene en casa es una botella de aceite…
Son bellísimos estos relatos, ojalá, puedas leerlos completos. Continuando con el texto que nos convoca, creo que otro de los puntos de vista de este guardar y compartir es la dimensión espiritual o emocional, para ello quiero tomar un trocito de la reflexión que trae el Diario Bíblico Claretiano:
“La parábola de las jóvenes nos deja un par de enseñanzas, primero que debemos mantener una reserva espiritual, especialmente para esos momentos que no son de gozo – a veces nos asaltan las pruebas y necesitamos de esa fortaleza única que viene de Dios…”
Es aquí a donde quería llegar, después de tanta historia, pues me gusta la propuesta y así cuando, al finalizar este Adviento se diga: Aquí está Jesús, salgan a recibirlo, habrá quien se levante, pero no estará solo, pues con su reserva espiritual o emocional, habrá podido levantar a muchos para entrar con ellos en la verdadera fiesta del Señor.
Y tú, ¿Has guardado o compartido el aceite de tu vida?