Madre soñé
con un mundo nuevo
donde la comunión
se daba sorora
donde el cosmos
repetía a coro
amén, amén
postrado a tus pies

Madre nos veías complacida
sonreías toda ternura
nos acariciabas delicada
Hacías sentir tu cuidado
tu amor hacía nosotras
tu gusto por nosotras

Madre bienaventurada
escucha los ruegos que te hacemos
sostennos en tu regazo protector
cura nuestras heridas más profundas
haznos sentir tu calor reparador

Madre oye los ayees
de las niñas no nacidas
de las no amadas
de las abandonadas
muriendo de hambre
de tristeza y de frío
de todas las violentadas

Madre escucha la plegaria
de las viejas solitarias o descuidadas

Madre atiende las soledades
de las que viven encarceladas,
de las que te claman justicia
de las excluidas a causa de su género
de las reprobadas por una sociedad injusta

Madre guíanos
pues en las sombras de la violencia navegamos,
sin la brújula de la Ruah divina

Madre somos tuyas
te amamos,
te necesitamos
somos tus MUJERES