#sentipensares PROMESA DIVINA

PROMESA DIVINA
PROMESA DIVINA

"Respondió Jesús y dijo: De cierto les digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna." Mc 10, 29-30

¿Jesús te quiere pobre, te quiere indigente, te quiere a merced de los demás, te pide te quedes desprotegida(o)? ¡No, por supuesto que no! Entonces qué quiere.

PROMESA DIVINA

Se nos ha enseñado que cuando somos bautizados, la Rhua Divina nos dota con sin fin de dones o regalos. Los cuales iremos descubriendo a lo largo de nuestra vida si seguimos el camino que Dios mismo va revelando a y para cada uno. No solo son para servicio personal, sino que es necesario ponerlos a favor de los que nos rodean. Es un movimiento constante en dos tiempos como el de las olas del mar, el SWASH que es cuando una ola arrastra hasta la costa y el otro, el CONTRAFLUJO que es cuando el agua de una ola retrocede hacia el mar. Es decir atrae y retrocede.

Así nosotras, necesitamos atraer con nuestro testimonio evangélico a otras y otros hacia Cristo Jesús para después ya fortalecidos, soltarlos para que sigan viviendo en la Palabra, es decir sean apóstoles cristianos.  De la misma forma en que se nos pide vivamos personalmente también cada día.

La analogía en primer lugar es conocer a Jesús,  fortalecernos con e ir descubriendo los dones del Espíritu Santo que se nos han dado, para saber cómo poner en su lugar la casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa del evangelio. Tendremos persecuciones, sí, problemas, muchos. Todo lo podemos tener, pero sin perder de vista que Dios es primero y nos protege. Esto es tan claro como el agua misma, por supuesto que no dejaremos desamparados a nadie, así como tampoco despreciaremos los bienes materiales que vayamos conquistando, no. Pero teniendo presente que todos estos son dones que se nos han dado, por lo que es necesario cuidarlos, pero no hacerlos el centro de nuestras vidas porque necesitamos como las olas del mar dejar que tengan su movimiento de CONTRAFLUJO, para que ellos en la inmensidad de la vida, vayan atrayendo a otros hacia Dios y después los sueltan hacia los demás en Cristo Jesús. Entonces uno experimenta los dos movimientos, trabaja por el Reino de Dios, y el Señor nos da lo necesario para vivir dignamente en el aquí y ahora a pesar de todos los problemas que tengamos por ser seguidores del Reino y por otro lado nos promete, que tendremos cuando muramos, la oportunidad de vivir junto a Él.

Para uno que cree en Él, que reconoce como ha vertido su amor, su misericordia constantemente, y que confía en su Palabra, el poder experimentarlo en la eternidad es el BIEN deseado.

Por eso a mí como MUJER, me pide que de manera sorora, luche y me esfuerce con y por otras para que reconozcan primero sus dones, se fortalezcan, se den cuenta de la dignidad con la cual fueron creadas y luchen por salir del marasmo social, político, ideológico, costumbrista en que hemos sido moldeadas, para que luego, ya restablecidas seamos fermento para otras. Dos movimientos, dos situaciones, en los dos,  fortalecidas y favorecidas por la Rhua divina, para gloria del Padre, con Jesús como guía y con la fuerza del Espíritu Santo.

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