#cuaresmafeminista2025 RESURGE

| Martha Eugenia, Mujer Mariposa
El tiempo cuaresmal es uno de gracia. Es la oportunidad de reflexión profunda desde la vida particular respondiendo a la PALABRA de Dios.
Si dirigimos la mirada hacia varios puntos de la Tierra, vemos guerras por doquier que parecen una continuidad de otras más en cualquier momento de la historia del hombre. Con tal persistencia, que es aterrador constatar que tan sólo hay muy pocos espacios temporales donde no haya habido alguna. A la vez que las hay donde no son necesarias las armas, pues la capacidad verbal o la fuerza física ejercida contra otra u otro, violentan, matan o destruyen.
No obstante sobre toda esta podredumbre, el mismo ser humano reconoce e interpela a la Madre/Padre celestial diciéndole: “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, y el hijo del hombre para que lo cuides? “Porque lo has hecho un poco más bajo que los ángeles, y lo has coronado de gloria y honor”. Sal 8,4-5
Este es el punto de inflexión, el ser humano reconoce la grandeza de Dios, de la Yo soy la que soy o del Yo soy el que soy, y al mismo tiempo de esta identificación se siente amada, amado, protegida, protegido, invitada, invitado a corresponder a esta Madre/Padre celestial omnipresente que le hace partícipe de su ser divino.
Por ello este tiempo litúrgico cuaresmal es un tiempo de gracia, pues es una oportunidad más de pensar, razonar, actuar, generar, cuestionar y seguir luchando porque cada MUJER, se sienta tan amada, que pueda identificarse con su Creadora/Creador y se siga esforzando porque las demás y los demás vivan con dignidad su ser creaturas amadas.
Esto requiere de mucha fuerza, pero de aquélla que construye, que edifica, que alienta, que ante la destrucción continua por aquellos que no creen, haya MUJERES que si lo hagan y se sigan esforzando. Es saberse acompañadas por otras y otros más que se identifiquen como amados por la Creadora, el Creador de la vida. Es saberse escogidas para ser dadoras de vida y capaces de generar esperanza dando amor, creyéndose portadoras de fe, en medio de tanta guerra, de tanta desigualdad, de tanto terrorismo.
A eso llama la Cuaresma, tiempo de gracia, de reflexión, de decisión por el AMADO. Tiempo de catarsis en medio de tanta violencia, lapso generador de SORORIDAD y ESPERANZA, para una misma unida y amada con y por la MADRE/PADRE DIOS reconociendo que está una hecha a su imagen y semejanza y que somos llamadas a participar en el engrandecimiento del Reino.
MUJER cuaresmal, la lucha es inmensa y las herramientas son la PALABRA, la oración, la caridad y el ayuno de criticar y disminuir, de ver la paja en la otra, en el otro, en la capacidad continua de ser SORORA, con la que vive sin esperanza, o violentada, o enojada, o con la que solo utiliza el recurso de destruir porque cree que la violencia, genera escucha y atención.
MUJER cuaresmal, es mucha la responsabilidad pero más es lo que se te ha dado y confiado. "Pues la has coronado de gloria y honor" Sal 8,5b