Me robaron la inocencia cuando era solo mía.
Te robaron la inocencia susurrándote: tranquila.
Le robaron su inocencia, le dijeron que quería.
Yo confié en su apariencia, no reparé en el engaño.
Disfrazados de corderos se ganaron mi confianza pero resultó ser falso y no escatimaron daño.
Le hicieron sentir culpable y así le hicieron callar.
La soledad fue su amiga, ¿a quién se lo iba a contar?
Las noches fueron eternas, solo quería olvidar.
Nos robaron la inocencia, desnuda quedó nuestra alma.
Nos robaron la inocencia, nos quitaron la palabra.
Nos robaron la inocencia y el miedo quebró la calma.