50 años de Radio ECCA
1965-2015. He asistido estos días en Sevilla a una conmemoración de los Cincuenta Años de Radio ECCA. Esta celebración se llevará a cabo sucesivamente en varios sitios, hasta llegar el 15 de febrero, fecha en la que se celebrará en Las Palmas de Gran Canaria el cincuenta aniversario de la primera clase de esta singular emisora. Que una institución novedosa llegue a las Bodas de Oro no es frecuente, pues lo muy nuevo y singular es frecuentemente flor de muy pocos días.
He dicho que Radio ECCA es una institución singular porque, de entrada, es una emisora de radio privada y sin publicidad comercial. El personal de radio diría que es un coche que anda sin gasolina, pues la publicidad es el combustible que permite andar a los medios de comunicación privados. Pero Radio ECCA lo puede hacer porque, aunque compite exitosamente en audiencia con los restantes medios en su programación abierta, dedica casi todo el tiempo de su antena en los días laborables a ser un centro docente.
Radio y centro docente se apoyan en esta compleja estructura que une simultáneamente: 1) la antena, para emitir todas sus clases; 2) un material impreso, una hoja que sirve de soporte diverso para cada una de las clases que imparte este peculiar centro educativo (impresos siempre incompletos, para crear una actividad constante en el alumno que sigue las orientaciones de su profesor en la clase y completa así los espacios vacío de su esquema); y lo más difícil, 3) una red complicada que permite: a) hacer llegar a cada alumno los impresos correspondientes a su clase; b) posibilitar una orientación y un contacto personal, que guía al alumno en su tarea de aprendizaje y le estimula para no declinar en su empeño educativo. Es lo que en Radio ECCA se ha llamado siempre un sistema tridimensional, en cuya difícil conjunción de los tres elementos radica la eficacia de su acción educativa.
Radie ECCA emitió su primera clase el 15 Febrero 1965 desde la Isla de Gran Canaria, y desde entonces no ha cejado en impartir los cursos más variados, en Canarias, en una decena de otras provincias españolas y en varios países latinoamericanos y africanos. Sus distintos elementos educativos provienen de Canarias o se producen en los distintos emplazamientos, pero siguiendo siempre la tecnología propia de este peculiar sistema educativo tridimensional. La eficacia la demostró Radio ECCA en sus orígenes cuando con su propio método consiguió enseñar a leer y a escribir a personas previamente del todo analfabetas, pues facilitar el aprendizaje en toda la amplísima gama de cursos que después ha impartido -desde la Primaria hasta el Bachillerato, más una cincuentena de cursos varios en su Aula Abierta- es mucho más fácil que enseñar a leer y a escribir a un analfabeto total. En España, son varias decenas de miles de personas en Canarias y unos cuantos millares en la península los que siguen cada año las diversas clases de Radio ECCA.
No es cuestión de entrar en más detalles estadísticos o tecnológicos, pero sí me parece oportuno resaltar que ECCA ha aguantado tanto tiempo de forma floreciente porque, en lo humano, ha sabido crear una mística de cercanía y de servicio a su alumnado; y, en lo técnico, ha sabido aprovechar la revolución tecnológica, aprovechando la inmensa versatilidad de la informática para sustituir o apoyar la función del canal radio. Así, con el banco de clases creado en la red, se puede ya seguir una clase de ECCA en cualquier lugar y por cualquier persona que posea un ordenador. En este sentido, las posibilidades que Radio ECCA tiene en el futuro son mucho más amplias que cuando sólo podía llegar al área de cobertura de sus emisiones radiofónicas.
Asistir a un nacimiento es hermoso, pero aún resulta más reconfortante participar en el renacer de una institución en el momento maduro de sus Bodas de Oro.