Por 600.000 euros, negociables Una familia pone a la venta parte del monasterio ourensano de Montederramo
"Soy propietaria, con mis tres hermanos, de un ala del claustro de los medallones, ubicado en el monasterio de Montederramo. Son 400 metros de uso industrial en la planta baja y vivienda en la planta alta. Desearíamos ponerlo en venta tanto en España como en el extranjero. Está declarado Bien de Interés Cultural". Lo cuenta M. J. Álvarez en Faro de Vigo.
Con éste escrito se dirigía a hace unas semanas Elvira González Pérez, una de la cuatro propietarias de un ala del monasterio cisterciense de Montederramo en Ourense, al mercado inmobiliario nacional e internacional e incluso a las cadenas hoteleras, para vender esos 400 metros que incluyen una buena parte del claustro renacentista de los medallones, pertenecientes al conjunto monacal de Santa María de Montederramo, conjunto declarado Bien de Interés Cultural, BIC, desde 1959.
"Mis hermanos y yo nacimos y nos criamos en este claustro renacentista, en el que se ubicaba la vivienda, y en el bajo mis padres regentaban la panadería, en lo que fue en su día botica de los monjes del císter" explica Elvira González. Relata que "hace cinco años falleció mi madre, la casa permanece cerrada y mantenerla cuesta dinero y además no tenemos ayudas".
Antes de iniciar este periplo, insólito en muchos países, que permite encontrar joyas del patrimonio a la venta en el mercado inmobiliario, la familia González Pérez se puso en contacto con la Xunta consciente de que podrían estar interesados en hacerse con la titularidad. "Fue hace siete u ocho años durante el gobierno Fraga y nos contestaron diciéndonos que no estaban interesados".
Las tripas del monasterio son desde hace siglos un entramado de escaleras y entradas a las ocho o nueve viviendas particulares de las cual, en la actualidad sólo hay una habitada todo el año y alguna que reabre en verano. También sigue funcionando en la planta baja del cenobio un restaurante que regenta el alcalde, Antonio Rodríguez.
Ayer, mientras Elvira y el propio regidor comentaban los pormenores de esta curiosa multipropiedad monacal, circulaban los habituales turistas que visitan durante todo el año el valioso conjunto monumental.
"Claro que nos hubiera gustado que fuera una institución pública la que se hiciera cargo de la parte que ponemos en venta; lo intentamos en varias ocasiones, pero no han mostrado interés. Sólo están ahí para vigilar las normas de conservación por eso está tan abandonado porque, como es lógico se exige un tipo de restauración que los propietarios no podemos realizar", explica Elvira González.
Los vendedores tienen todos los papeles en regla, pues el cenobio pasó a manos de los antepasados de los actuales propietarios en el año 1836 con la Desamortización de Mendizábal, por la que se decidió quitar las propiedades no productivas o en "manos muertas" a iglesia u órdenes religiosas y ponerlas a disposición del pueblo a través de puja.
Nadie puede prohibirles tratar de deshacerse de una propiedad cuyo precio no desvela la familia, pero que podría superar los 600.000 euros, negociables. ¿En manos de que país o capital foráneo caerá este patrimonio cultural de los gallegos?